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Por segundo día consecutivo, Eduardo Duhalde volvió a defender su sociedad con Néstor Kirchner y dijo que “es imposible” una pelea con el santacruceño. “Nos hemos juramentado sacar el país adelante y lo vamos a hacer”, aseguró. A tono con el clima de balance que predomina en esta parte del año, Duhalde habló también de la relación entre el Presidente y los intendentes del conurbano, que podría complicarse con la intención del Gobierno de quitarles a los municipios la administración de los planes sociales. “Kirchner tiene muy buena relación con los intendentes”, señaló el titular de la comisión de representantes permanentes del Mercosur. En las últimas semanas, la discusión por los planes Jefes de Hogar había generado roces entre la gestión kirchnerista y los intendentes duhaldistas de la provincia de Buenos Aires.
Instalado en Lomas de Zamora porque su madre de noventa años se encuentra enferma, Duhalde contestó a las preguntas en un programa de radio, donde con mucha familiaridad le pidieron que hiciera un balance del año político. En ese marco, cuando le preguntaron si Kirchner estaba políticamente a su izquierda, contestó que “no”, y argumentó que el jefe de Estado “es bastante parejito” en el enfrentamiento con los sectores de iz- quierda y derecha. También negó que se hayan producido roces por la supuesta incursión de la senadora Cristina de Kirchner en la provincia de Buenos Aires. “Si Chiche quisiera ser gobernadora, lo hubiera sido. Nosotros no pensamos en el poder para nosotros”, analizó el bonaerense.
La referencia a la relación entre los intendentes y el Gobierno respondió a ciertas rispideces que surgieron en las últimas semanas, cuando el Gobierno comenzó una cruzada para transparentar la asignación de los planes Jefas y Jefes de Hogar. Todo comenzó cuando desde el Ejecutivo se anunció que se pretendía quitarles a los municipios la supervisión de los subsidios para entregárselos a las ONG, con el objetivo de hacer más clara la adjudicación de los planes a los beneficiarios. Hasta ahora, esa tarea se efectúa a través de los consejos consultivos locales, que integran el estado municipal y entidades intermedias de la zona. En algunos distritos hay sospechas de que los intendentes ejercen una influencia determinante sobre los consejos consultivos.
Aunque el Gobierno desmintió que quisiera quitarle poder a los municipios, los roces se profundizaron cuando el fiscal Guillermo Marijuán dijo que había detectado muchas irregularidades en el manejo de planes sociales en varios municipios. Marijuán preside la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos de la Seguridad Social (Ufises), cuya función es investigar si se cometen delitos en el reparto de los subsidios a los desocupados. En las primeras pesquisas, el fiscal detectó que en algunos municipios hay empleados municipales que cobran, además de su sueldo, los 150 pesos del Jefas y Jefes de Hogar. Por esta razón, los intendentes duhaldistas pidieron al Gobierno que impulse la creación de un registro único de beneficiarios de planes sociales.
Los jefes comunales quieren evitar que la cruzada del Gobierno los deje asociados a la falta de transparencia y al clientelismo político. Preocupados por ello, hace una semana un grupo de intendentes de la Federación Argentina de Municipios (FAM) visitó a la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, en el edificio de Obras Públicas de la 9 de Julio. En representación del PJ estaban Julio Pereyra (Florencio Varela), Baldomero “Cacho” Alvarez (Avellaneda), Alberto Balestrini (La Matanza), Juan José Mussi (Berazategui) y un funcionario de la comuna de Presidente Perón, el pago chico del ex número 2 de la SIDE, Oscar Rodríguez, y su esposa, la senadora Mabel Müller. Aunque todos se preocuparon por mostrarse solícitos y atentos, en la reunión se escucharon reproches y algunos reclamos.
Fueron justamente Mussi y el enviado de Presidente Perón –los dos duhaldistas más duros, que no tienen demasiada simpatía por el estilo K– quienes hicieron el reclamo en nombre de sus pares. Los demás intendentes habían decidido no hablar de sus problemas puntuales, como Balestrini, que se había quejado en duros términos porque le habían dado de baja a cinco mil beneficiarios de La Matanza (de los que el Gobierno ya reinscribió a 1200). Al inicio de la charla, Alicia Kirchner había asegurado que por decisión del Presidente “no se daban más altas” del Plan Jefes de Hogar. Sin embargo, Mussi y su compañero la refutaron y dijeron que en su distrito se seguían otorgando nuevos planes. Diplomática, Alicia Kirchner escuchó con atención y prometió que los municipios seguirían siendo consultados. El cruce demostró que, más allá de los dichos de Duhalde, existe cierto malestar que se mantiene latente.