Después de que el juez Julián Ercolini ordenara fajar dos cajas de seguridad a su nombre en la casa central del Banco de Galicia, Florencia Kirchner le pidió que directamente las abra y verifique el contenido. “No tenemos nada que ocultar”, dijo la hija de Cristina Fernández de Kirchner en un escrito que presentó a raíz de las medidas que ordenó el juzgado por la denuncia de Margarita Stolbizer sobre “movimientos sospechosos” en cajas y cuentas de la familia. La diputada de GEN hizo esa presentación en la causa conocida como “Hotesur”. Lo llamativo es que Florencia ni siquiera está imputada. La ex presidenta incluso había entregado un escrito donde precisaba que el dinero en las cajas era una donación para sus hijos cercana a cinco millones de dólares correspondientes a la sucesión tras el fallecimiento de Néstor Kirchner. Refutó, además, las cifras que le adjudicaba Stolbizer.

En el escrito, la joven le pide a Ercolini que para “evitar el show mediático” la apertura de sus cajas se haga con “los resguardos y reservas que requiere la ley de rito”. El juez había dispuesto fajarlas, a pedido del fiscal Gerardo Pollicita, para que nadie saque nada ni manipule el contenido. El “show”, señaló Florencia Kirchner, había comenzado con la difusión del operativo para verificar si la familia tenía cajas de seguridad en el Banco de Santa Cruz. Al final, en ese caso, resultó un fiasco ya que de inmediato la entidad bancaria informó que nadie de la familia tenía cajas allí. Florencia Kirchner señala que se enteró del operativo en sus cajas del Galicia por la televisión, que lo cubría en vivo.

En rigor, la propia CFK había detallado qué cajas y en qué bancos tienen ella y sus hijos. También explicó que había decidido al inicio del gobierno de Mauricio Macri cambiar a dólares los pesos que tenía, que eran 65.995.660. Con el cambio a 14,15 pesos en junio, obtuvo 4.664.000 dólares. Ese dinero, especificó, está repartido en las dos cajas del banco Galicia: 2.250.000 en una y 2.414.000 en la otra. El escrito de Florencia Kirchner, presentado por el abogado Carlos Beraldi, cuestiona que “fueron ignoradas las explicaciones que acreditan que la denuncia que dio origen a la medida (de clausurar sus cajas) no sólo resulta falsa sino que proviene de un acto de carácter delictivo”.

Se refería así a que Stolbizer se habría basado en información proveniente de un allanamiento en el estudio del contador de Cristina Kirchner, Víctor Manzanares, que había sido ordenado por el juez Claudio Bonadio en la causa donde investiga a la sociedad “Los Sauces”, de los Kirchner. Esa investigación, que ayer la Cámara Federal rechazó unificar con Hotesur (ver aparte), se abrió también por una denuncia de Stolbizer. Luego, la ex presidenta denunció que la diputada le adjudica dinero que no tiene porque sumó dos veces el mismo monto (los casi 5 millones de dólares más los 65,9 millones de pesos, que eran la misma plata). Afirmó que las operaciones se hicieron a través del circuito legal y que está todo documentado.

Florencia le pidió al juez que conceda la medida requerida en forma urgente y que si es necesario habilite la feria judicial para concretarla. “Que proceda –solicitó– a la apertura de las cajas de seguridad Nº 5783-9-9 y 5873-3-5, de las que soy titular tal como se informara voluntariamente a ese Juzgado y sin ningún tipo de requerimiento que se me hubiere cursado a tal fin. Ello con el propósito de verificar la tenencia de dólares estadounidenses los cuales fueron adquiridos legítimamente cumpliendo con todas las normativas establecidas”.

CFK hizo una denuncia penal contra Stolbizer, su abogada Silvina Martínez y el juez Bonadio por falsa denuncia y estafa procesal, entre otros delitos. La investigación quedó a cargo de María Servini de Cubría y el fiscal Patricio Evers debe determinar si hay motivos para impulsar el expediente. A la diputada Stolbizer también le inició una demanda civil por daños y perjuicios.

Así las cosas, entre las medidas de Bonadio respecto de los bienes y el dinero de CFK y las de Ercolini, con las cajas de seguridad, todo tiende a bloquear el dinero de la familia.