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Mientras espera que el Fondo Monetario realice la revisión del acuerdo con la Argentina, el presidente Néstor Kirchner reafirmó la postura del Gobierno sobre la quita de la deuda y cruzó con dureza a los “atorrantes” que exigen una mejora en la oferta de una quita del 75 por ciento. Para evitar herir susceptibilidades con el organismo internacional, desde Presidencia aclararon rápidamente que la referencia era para los tenedores de bonos. Kirchner lanzó, además, un mensaje para las empresas concesionarias del servicio de agua y advirtió que, si no realizan inversiones, “vamos a conversar de otra manera”. El Presidente disparó ayer en estos dos frentes durante la entrega de fondos para la construcción de viviendas en la localidad bonaerense de Tres de Febrero.
Cuando la comitiva presidencial llegó al palco ubicado en la esquina de San Luis y French en el Barrio Libertador de Tres de Febrero, no corría una mínima brisa y la temperatura superaba los 33 grados. Kirchner visitó este municipio para lanzar la primera etapa de un plan para construir 240 viviendas, a través de 30 cooperativas de trabajo conformadas por desocupados beneficiarios del Plan Jefas y Jefes de Hogar.
El Presidente realizó la entrega de los 630 mil pesos necesarios para esta primera instancia del programa al intendente justicialista Hugo Curto, y en la segunda frase que pronunció desde el escenario, apuntó sus palabras hacia el tema de la deuda: “Dicen que es una irrespetuosidad del gobierno argentino cuando hablo de hacer una quita del 75 por ciento de esta deuda tremenda. La deuda creció tremendamente por los irresponsables y atorrantes que gobernaban acá y por los atorrantes de afuera también. Cuando nos hablan de respeto, a mí me parece una irrespetuosidad que los mismos que endeudaron la nación nos digan que hay que pagar más: pagar más es pagar con el sudor y la espalda del pueblo”, dijo.
Lo hizo a semanas del desembarco de una nueva misión del FMI en Buenos Aires, y no fue el único que abordó el tema. Junto a él se encontraba el gobernador Felipe Solá, quien también se sumergió en la negociación que lleva adelante el Gobierno con los acreedores extranjeros y destacó la postura adoptada “frente a quienes nos humillaron y han puesto a los argentinos de rodillas”. Las palabras de Solá le dieron el pie a Kirchner, mientras las nubes llegaban como una bendición en el calor del mediodía. “Cuando uno negocia de rodillas, lo miran desde abajo, y ese tiempo se terminó”, señaló el mandatario, y sus palabras despertaron una ovación.
Los pobladores de las humildes viviendas de la zona en la que se realizó el acto se trepaban a los techos y a los árboles para obtener una mejor visión. Algunos llegaron al lugar varias horas antes del arribo de los funcionarios; los más preparados utilizaban paraguas para protegerse del sol, aunque cualquier elemento improvisado (un diario, una pancarta, una remera) era útil para ese fin.
El plan de obras lanzado ayer contempla la construcción final de 240 viviendas, para lo que se crearon 30 cooperativas de trabajo con beneficiarios de planes sociales. La edificación de las primeras 120 casas se realizará en un plazo de cinco meses y una vez finalizadas estas obras comenzará la segunda etapa. De este modo se busca abordar al mismo tiempo los problemas laborales y habitacionales que sufre Tres de Febrero, un municipio que multiplicó su población cuando se profundizó la crisis económica y miles de familias se instalaron en la zona. “Tenemos que consolidar seriamente esta Argentina que quiere renacer del infierno, estamos subiendo la escalera, duramente”, destacó Kirchner.
Solá aseguró además que en el corto plazo “el 100 por ciento de las casas de Tres de Febrero va a tener cloacas y agua potable”, y sin darse cuenta volvió a dejar un tema picando: la lucha por las tarifas. Cuando Kirchner subió al palco minutos después dejó en claro que el Gobierno no va a ceder ante las empresas que explotan las concesiones de agua corriente. “No se puede –dijo– estar condicionando en ninguna negociación de inversión algo tan fundamental” como este servicio (ver pág. 8). Esta visita de Kirchner se da en el marco de la agenda bonaerense que está llevando adelante el gobierno (estuvo el lunes en Olavarría), cuando nadie se anima a confirmar ni a desmentir de manera rotunda el futuro desembarco en la provincia de la primera dama, la senadora Cristina Kirchner. Además de Solá y Curto, en el acto de ayer participaron los ministros de Interior, Aníbal Fernández; de Planificación, Julio De Vido; la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y su par provincial, Juan Pablo Cafiero. Las numerosas visitas que la ministra Kirchner viene realizando a la zona, tuvieron ayer un rebote notorio, ya que recibió una gran ovación de los asistentes cuando el intendente la nombró.
Hubo además cantitos y pancartas que rescataban las consignas peronistas, y hasta estrofas recordando “la gloriosa JP”. Kirchner y Solá prometieron regresar a Tres de Febrero para ver las obras finalizadas. Antes de bajar del escenario, el Presidente dejó un lugar para bromear sobre el calor sofocante de la tarde. “Otra vez 33 grados, pero el pingüino resiste, que se preparen”, advirtió el mandatario.

Informe: Alfredo Ves Losada.