EL PAíS › KIRCHNER ESCAPO DE LAS REUNIONES Y PASEO POR MADRID
Un café en La Castellana
Ayer, en medio de su visita a España, Néstor Kirchner rompió la agenda y se tomó un rato para caminar por las calles de Madrid. Poco después de las cuatro de la tarde, el Presidente abandonó la residencia del embajador y caminó tranquilo por el Paseo de la Castellana. “Que a Argentina le vaya bien”, le gritaban los españoles que reconocían su foto, muy difundida por los diarios madrileños en los últimos días.
Cuando llegó a la esquina del Paseo de la Castellana y la Calle de Ayala, Kirchner entró al bar Embassy, acompañado por parte de su comitiva: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el titular del bloque de senadores justicialistas, Miguel Angel Pichetto, el senador Ramón Puerta, y el jefe de la bancada de diputados peronistas, José María Díaz Bancalari.
El bar estaba repleto de españoles, y el encargado les ofreció a los argentinos una mesa más tranquila, que Kirchner rechazó explicando que le gustaba mezclarse con la gente. “Siga así Presidente, y fuerza Argentina”, dijo una española sorprendida por la aparición de Kirchner. “España necesita que a Argentina le vaya bien”, aseguró otro.
El contacto con los españoles del bar –un reflejo del éxito que viene cosechando Kirchner en su visita a España– tuvo una sola desinteligencia: fue cuando Miguel Núñez pidió “una lágrima” y desconcertó al mozo, que no entendía las proporciones de café y leche que quería el vocero presidencial. Pero la cuestión se solucionó con una breve explicación, y Kirchner tuvo que aclarar a su comitiva, sorprendida por los elogios cosechados en su breve paso por el bar español: “Les juro que no estaba preparado”.