A tres días del plazo que la CGT se puso para esperar la respuesta del Gobierno a sus reclamos, Pablo Moyano sostuvo que el triunvirato que conduce la central obrera “tiene que llamar a un paro o una movilización”. “La CGT no puede seguir mirando por televisión cómo otros sectores marchan, como marchan los compañeros de la CTA y los de los movimientos sociales. Tiene que haber una reacción”, sostuvo el dirigente del gremio de Camioneros. En ese sentido, advirtió que su sindicatos podría escindirse de la central si el triunvirato se conforma con “un bonito”. “Creo que no tendría sentido seguir en un espacio donde no se defienden los intereses de los trabajadores”, sostuvo.

Moyano hijo es secretario gremial de la CGT, e integra el sector interno proclive a la convocatoria a un paro general, postura también mantenida por los sindicatos de la Corriente Federal que encabeza Sergio Palazzo. Ayer, en declaraciones por radio, el referente de Camioneros planteó que “hace once meses que la CGT” viene sin tener respuestas.

“Macri asumió el 10 diciembre y el 12 o el 13 se juntó con las CGT, que en ese momento eran (lideradas por Hugo) Moyano, (Antonio) Caló y (Luis) Barrionuevo. Pasaron 11 meses y seguimos haciéndole al gobierno los mismos reclamos. Este es un gobierno que le dio a un sector que ha ganado muchísimo dinero, el campo y las mineras, mientras que al otro sector, al 80 por ciento de los trabajadores no les ha dado nada más que tarifazo, inflación, impuesto a las ganancias, despidos, precarización laboral. Es un gobierno que gobierna para los ricos. Por eso, más allá del reclamo que llevamos, y al que nos tiene que dar la respuesta el miércoles, creo que el descontento es importante. Hay gremios que están pidiendo la reapertura de paritarias, y el gobierno ha sido muy vivo en enfocarse solamente en el reclamo en un bono, en un bonito que creo no va a llegar a mil pesos. Tapó todos los reclamos que se vienen realizando y solamente lo enfoca como que la CGT quiere llevar a adelante un paro por un bonito”.

También volvió a definir que “entrar al Ministerio de Trabajo es como entrar una oficina más de la UIA (Unión Industrial Argentina), porque llegás con un reclamo y te vas sin resolverlo, mientras los empresarios obtienen sus resultados”. Para Moyano, los ministros de Cambiemos “son profesionales del chamuyo, te hablan, te prometen pero en realidad no tenés resultados para los trabajadores”.

Otro que habló fue Luis Barrionuevo. Aunque opinó que el “bono alcanza para dos alfajores”, el gastronómico se encolumnó entre quienes lo considerarían suficiente para evitar una medida de fuerza. “Lo mejor sería que el presidente Mauricio Macri saque un decreto con un bono generalizado para todos”, apuntó.

La semana pasada, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca sostuvo que el bono sólo será para los que menos tienen, en alusión a los beneficiarios de planes sociales y a los jubilados que cobran el haber mínimo. En sintonía con esta postura, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo que si bien el pago de un bono a fin de año “se conversa en esta mesa de diálogo que tenemos con la CGT”, todavía resta realizar una ronda de consulta “con los gobiernos provinciales, los municipios y el sector privado”, exceptuándolos así por ahora del pago del adicional.

Desde la conducción de la CGT hubo más mutis que palabras. El único que salió a contestar, el sábado, fue Juan Carlos Schmid, el integrante más cercano a Moyano del triunvirato, que aclaró que “el planteo es un bono para todo el mundo, y tratar de ver cómo vamos resolviendo las cuestiones pendientes, porque el bono es sólo una parte de la agenda de reclamos que dejamos”. Schmid recordó que la comisión directiva de la CGT está “facultada” por el Comité Central Confederal para “llevar adelante un paro de actividades por 24 horas”. “Si no hay una respuesta en el curso de la semana, seguramente vamos a tomar una decisión”, aseguró el dirigente gremial.