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Alberto Kohan tenía todo listo para salir a cazar jabalíes por un coto de Río Negro cuando ocurrió el accidente que le puede provocar la pérdida de su pierna derecha. Aunque desde los diez años se dedica a la caza, al geólogo que manejó los hilos del poder como ex secretario general durante la presidencia de Carlos Menem se le disparó una Magnum 457 y la bala le “destrozó” el peroné. Kohan fue traído desde Viedma a una clínica de Buenos Aires donde, tras haber sido sometido a una cirugía de reparación, se encontraba fuera de peligro. Fuentes cercanas comentaron que aún debe esperarse la evolución de la operación para descartar toda posibilidad de amputación. Hoy por la mañana los médicos darán una conferencia de prensa donde brindarán más información.
El accidente ocurrió en la estancia Las Aguadas, de Bahía Creek. Ese campo cercano al mar y a 90 kilómetros de Viedma es propiedad del conocido ganadero de la zona Néstor “Cacho” Renda. Como lo hace con frecuencia en el coto de su amigo personal, Kohan se disponía a salir de caza cuando, según contaron quienes estaban presentes en la casa, “el arma, aparentemente, se le cayó de la mano, estaba cargada y se le disparó”. La pistola de donde salió la bala que impactó sobre su pierna, a la altura de la rodilla, era una Magnum calibre 457, arma con la que planeaba cazar algún jabalí minutos después.
El funcionario menemista estaba con un grupo de amigos, quienes en principio lo trasladaron a un centro asistencial del balneario El Cóndor. Ante la gravedad de su estado fue derivado al Hospital Artémides Zatti de Viedma, donde llegó sin haber perdido en ningún momento el conocimiento. Allí lo atendió su director, Nazareno Pacayut, y el jefe de terapia intensiva, Jorge Robacio. La compleja operación de tibia y peroné, los dos huesos que resultaron “destrozados” por el balazo, fue realizada por seis cirujanos y se extendió hasta pasadas las 3 de la madrugada de ayer. Afuera esperaban su mujer y uno de sus hijos, quienes al enterarse de lo sucedido viajaron hacia la ciudad. El gobernador de Río Negro, Miguel Sáiz, el ministro de Gobierno, Iván Lázzeri, el ex senador nacional Remo Costanzo y el legislador justicialista Javier Iud fueron otros de los que se acercaron al hospital antes de que Kohan fuera trasladado a Buenos Aires.
“Todos sus órganos están en riesgo a raíz de la gran pérdida de sangre que sufrió en el trayecto desde donde ocurrió el accidente hasta el hospital”, explicó uno de los médicos de Viedma al salir de la intervención quirúrgica donde también se le practicó una traqueotomía para asegurar una vía aérea en caso de una complicación. Kohan fue sometido a un tratamiento de revascularización para recuperar la circulación de la pierna que, según el parte médico, “fue afectada por una herida de importantes dimensiones en la cavidad interna de la rodilla y se le aplicó un tutor externo al hueso también seriamente comprometido por el traumatismo”.
Tras retirarle el respirador artificial y lograr estabilizar sus signos vitales, los médicos personales de Kohan decidieron trasladarlo a una clínica en Buenos Aires, donde llegó poco antes de las 17 de ayer. Desde el aeropuerto Jorge Newbery, al que llegó en un vuelo sanitario privado de la empresa Medical Jet –cuya propiedad se atribuye al ex jefe de la Fuerza Aérea José Juliá–, fue llevado rápidamente en ambulancia hasta el Instituto Fleni de Belgrano. Allí fue sometido a una operación reparatoria por los equipos de cirugía vascular y traumatología, quienes en el último parte de anoche aseguraron que el funcionario se halla fuera de peligro.
“Fue un accidente, él es un hombre acostumbrado a manejar armas”, dijo su compañero de caza Cacho Renda. Evidentemente lo conoce muy bien. El operador de Menem se dedica a la caza desde que tenía diez años y forma parte del exclusivo Safari Club. Entre algunos de los miembros de ese club en la Argentina se encuentran los ex funcionarios de la dictadura José Alfredo Martínez de Hoz y Albano Harguindeguy. Muchos integrantes del Safari Internacional, entre quienes se destacan George Bush padre y otros ricos personajes, también participan de la Asociación del Rifle, una entidad famosa por el intenso lobby que desarrolla para impedir la aprobación de cualquier legislación que implique restricciones a la tenencia de armas en los Estados Unidos.