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“Las relaciones entre Cuba y la Argentina han quedado plenamente restablecidas a nivel diplomático”, afirmó el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, quien ayer se reunió con el presidente Néstor Kirchner y le manifestó el apoyo formal de su país a la negociación que está llevando adelante con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los acreedores privados. El funcionario cubano también agradeció la decisión argentina de abstenerse ante una eventual moción de condena a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y se llevó una carta dirigida a Fidel Castro con la solicitud de que permita a la médica Hilda Molina Morejón visitar a su hijo que vive en Buenos Aires.
Kirchner recibió a Pérez Roque poco antes de partir rumbo a Venezuela. “Kirchner está invitado a ir a nuestro país para el momento que él considere apropiado. Será para nosotros un honor recibirlo”, sostuvo el cubano poco antes de ingresar en la Casa Rosada.
Puertas adentro el clima fue tan cordial como las declaraciones que Pérez Roque realizó en su arribo a la cita. El cubano concurrió con el embajador de su país en Buenos Aires, Alejandro González Galiano. Kirchner lo recibió junto al canciller Rafael Bielsa.
Durante su conversación con Kirchner, el canciller de Cuba le reiteró la invitación para que visite La Habana este mismo año y le manifestó la satisfacción del gobierno cubano por la determinación de la Argentina de no acompañar un posible voto de condena a su país en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. También agradeció a la Argentina su respaldo a la resolución de la asamblea general de esa organización que solicita poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos.
En la Casa Rosada, Pérez Roque recibió el mismo pedido que anteayer le había hecho Bielsa: que por una cuestión “humanitaria” le permitan a la neurocirujana Molina Morejón salir de Cuba para visitar a su hijo Roberto Quiñones Molina, quien está casado con una argentina y desde hace diez años vive en Buenos Aires. Con Kirchner a su lado, Bielsa le entregó a su par cubano dos cartas de Quiñones Molina con una nueva solicitud en ese sentido. Una de esas cartas tenía por destinatario al propio Pérez Roque y la otra estaba dirigida directamente a Castro.
La satisfacción de unos y otros por el encuentro quedó reflejada en el comunicado que se difundió a su término. “La cooperación entre los dos países se encuentra plenamente restablecida y en niveles satisfactorios con respecto a las actuales relaciones bilaterales”, consignó el texto. Además, destacó el compromiso de Argentina y Cuba de “potenciar el desarrollo de la cooperación internacional y el multilateralismo, en base al respeto del derecho internacional y en particular a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas”.
Antes de visitar a Kirchner en Gobierno, Pérez Roque mantuvo en el Congreso una reunión con el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, a la que su sumó sobre el final el vicepresidente Daniel Scioli. “Me brindó una amplia información sobre la realidad argentina y los esfuerzos que hace el país para levantarse”, explicó el cubano a la salida del encuentro.
Allí Pérez Roque manifestó también el aval de Cuba a la negociación que la Argentina está llevando adelante con sus acreedores y se mostró interesado en conocer cuál era el papel que le correspondía al Congreso en las tratativas. Camaño le explicó que acompañaban a Kirchner en la pulseada y dio a entender que eventualmente el Parlamento podía llegar a emitir un pronunciamiento para ratificar el acuerdo que se alcance.
Como hizo también en su paso por la Casa Rosada, Pérez Roque declaró que en poco tiempo Cuba va a pedir “negociar y firmar un acuerdo del tipo 4 más 1 con el Mercosur”. Además, ratificó el respaldo de ese país a los reclamos de Argentina por las Islas Malvinas y a su intención de ser elegida miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para el período 2005-2006.