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El obispo de San Isidro y presidente de Cáritas, Jorge Casaretto, integrante de la Mesa del Diálogo Argentino, aprovechó ayer la ocasión de una reunión de la que participaron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, un reducido grupo de gobernadores, Hilda “Chiche” González de Duhalde y el ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, para volver a pedir a la dirigencia política que renuncie a los privilegios, hacer una nueva demanda a la acción y, retomando el reciente documento del Episcopado, subrayar que “no debemos equivocarnos considerando este momento crítico como uno más y sin poner los remedios morales e institucionales necesarios”, y recordar otra vez que “tenemos un país frenado por falta de acuerdo y de grandeza de sus actores políticos, sociales y económicos, e incapaz de dar respuesta apropiada a la gravedad de esta crisis terminal”.
El gobernador sanjuanino, Alfredo Avelín, utilizó la misma tribuna para, a la vez que expresar su reconocimiento a Eduardo Duhalde, exigir “elecciones inmediatas” sobre la base de la caducidad de todos los mandatos.
La reunión tuvo lugar ayer por la tarde en el CFI y fue promovida con la finalidad de presentar ante los gobernadores el programa denominado “derecho familiar de inclusión social” mediante el cual se pretende atender a la emergencia social con la incorporación de jefas y jefes de hogar desocupados al trabajo formal. La pretensión del Gobierno, con el acuerdo de la Mesa del Diálogo, es que el subsidio oficial sea completado por los empresarios privados y que se capacite para la inserción laboral a las beneficiarias y beneficiarios.
En el transcurso de la reunión Chiche Duhalde manifestó su desagrado porque en el encuentro, convocado formalmente por Capitanich, sólo se hicieron presentes cinco gobernadores (Carlos Reutemann, Santa Fe; Angel Rozas, Chaco; Roberto Iglesias, Mendoza; Alfredo Avelín, San Juan y el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Aníbal Ibarra), y sólo otras tres provincias estuvieron representadas por vicegobernadores. De la reunión participaron además el vicejefe de Gabinete, Juan Pablo Cafiero, el senador Antonio Cafiero y el diputado José María Díaz Bancalari, delegados oficiales a la Mesa del Diálogo. La esposa del Presidente hizo un llamado a dejar de lado las desinteligencias y ejemplificó con algunos desencuentros que se vienen produciendo en las provincias entre intendentes y gobernadores en materia de asistencia social.
Uno de los puntos centrales de la iniciativa acordada en el marco del Diálogo Argentino consiste en la creación de un Comité de Administración, Ejecución y Control, que será la autoridad de aplicación del subsidio de desempleo y que estará integrado por representantes del sector empresarial, de las organizaciones sindicales, de organizaciones no gubernamentales, del Estado nacional y de las iglesias. La secretaría ejecutiva será ejercida por el Ministerio de Trabajo.
En otro momento de la reunión el obispo Casaretto reiteró que la Iglesia Católica no está dispuesta a seguir respaldando el Diálogo “para que todo siga igual”. En ese sentido el obispo reconoció que el Diálogo aportó coincidencias pero “hay excesivos temores y especulaciones” que están impidiendo producir los cambios para que la Argentina sea viable. “Hoy no lo es”, dijo Casaretto.
Los representantes de la Mesa del Diálogo están preparando una agenda de la transición, que incluye compromisos de todos los sectores, y que podría darse a conocer la semana próxima. Tal agenda propone medidas concretas, modalidades y fechas para la concreción de las iniciativas de lo que podría denominarse una “alianza social para el cambio”. “Vamos a plantear una agenda con compromisos para la transición y si los actores no asumensus responsabilidades entregaremos nuestras conclusiones a la sociedad que es la que habilita el Diálogo”, aseguró una fuente cercana a la Iglesia.