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“Nuestra próxima petición al Presidente será que desbloquee los archivos militares. En algún lugar están y nos van a ayudar a saber más sobre nuestros hijos y nietos”, dijo la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, luego de participar en Ginebra de la 60ª sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Acompañada por la vicepresidenta del organismo de derechos humanos, Rosa Roisinblit, Carlo- tto ofreció una conferencia de prensa en París, donde llegó desde Suiza. En ambas ciudades hizo un balance de la política relacionada con los crímenes de la última dictadura que llevó adelante Néstor Kirchner en este primer año de gobierno. En esta línea destacó la anulación de las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida y la recuperación de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) para un espacio para la Memoria.
“Kirchner ha tenido el valor de decir que ciertas leyes eran inmorales. También degolló altas cúpulas militares y está intentando limpiar la Corte Suprema, que estaba muy contaminada”, dijo Carlotto. La presidenta de Abuelas aseguró que “fue especialmente simbólica la entrega de la ESMA, el centro de detención clandestino más importante de la dictadura, al gobierno de Buenos Aires”. Se refería al convenio que el gobierno nacional y el porteño firmaron el pasado 24 de marzo para que la ESMA se convierta en un Museo de la Memoria.
Las Abuelas relataron cómo el paso del tiempo hizo que cambiaran la forma de investigar el paradero de sus nietos secuestrados durante la dictadura y se mostraron orgullosas porque los últimos jóvenes que recuperaron su identidad lo hicieron a partir de una búsqueda propia. “Antes éramos detectives que nos paseábamos día y noche con fotografías de nuestros nietos pero ahora queremos que los jóvenes con dudas sobre su identidad vengan hacia nosotras, sepan que pueden resolver dudas sobre su identidad en cualquier lugar del país”, explicaron Carlotto y Roisinblit.
Además de destacar los hechos positivos en materia de derechos humanos que tuvieron lugar en los últimos diez meses, las Abuelas indicaron lo que resta por hacer. Recordaron que la Corte Suprema todavía no se pronunció sobre la inconstitucionalidad o nulidad de las leyes de impunidad y que muchos represores siguen en libertad o presos “en sus propios domicilios”. Anunciaron también que el próximo objetivo es recuperar los archivos militares en los que pueda haber datos sobre desaparecidos.
En una entrevista publicada en este diario hace diez días, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, aseguró que, con la creación del Archivo Nacional de la Memoria, dispuesta por el Gobierno, los documentos militares estarían, de hecho, abiertos. El archivo, explicó, está en etapa de creación. “Si bien hay mucho que pudo ser destruido o sacado, existen referencias que son de utilidad para avanzar en el conocimiento de la parte oculta del terrorismo de Estado”, aseguró. El funcionario señaló que hay “indicios” de que muchos documentos que los militares afirman que fueron destruidos están intactos en alguna parte. En su momento, quien era jefe del Ejército, Martín Balza, aseguró haber rastreado documentación sin éxito. Sin embargo, en estos años fueron hallados valiosos archivos, como el de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.