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A contramano del pedido que hacen algunas figuras de la política, el periodismo y la seguridad, el Gobierno dio muestras de que no quiere que, ni remotamente, haya militares involucrados en temas de seguridad interior. Existe en el organigrama estatal una Dirección de Protección Civil que está integrada por hombres del Ejército y que se ocupa de actuar en casos de desastre como lo fueron, por ejemplo, las inundaciones de Santa Fe. Esa Dirección funcionaba hasta ahora en la órbita de la Secretaría de Seguridad Interior del Ministerio de Justicia y Seguridad, a cargo de Norberto Quantín. Por disposición del Ejecutivo, la dependencia en la que revistan los militares pasará al Ministerio de Defensa. El traslado se está haciendo ya mismo y es prueba de que el Gobierno rechaza la idea de que los hombres de verde oliva estén encuadrados en organismos que tienen que ver con la seguridad interna.
En la Casa Rosada consideran al Ejército muy eficiente para distintos tipos de emergencias, especialmente cuando hay que distribuir alimentos con camiones, establecer puestos móviles para atender gente en situación de catástrofe o vacunar en forma rápida para evitar algún tipo de epidemia. Según el Ejecutivo, el caso de Santa Fe fue el clásico: había que responder de inmediato con un nivel de fuerte de organización. Para las emergencias está también Defensa Civil, pero no cuenta con una cantidad apreciable de vehículos o lanchas ni con cantidad suficiente de gente ni con una organización jerárquica que se ponga en marcha en apenas unas horas en una dimensión tan vasta como la que hizo falta en Santa Fe.
Hasta ahora, la Dirección de Protección Civil, integrada por militares, figuraba como organismo de la Secretaría de Seguridad Interior, pero el Ejecutivo resolvió que en verdad no se puede tener a militares integrados a una estructura que actúa internamente en materia de seguridad. Los hombres del Ejército deben depender, sí o sí, de Defensa, y en todo caso se los convocará para las emergencias, pero siempre dependiendo el ministro José Pampuro.
En las últimas horas, el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, insistió en que debe convocarse a militares para utilizarlos en seguridad interior, algo específicamente prohibido por la Ley de Seguridad Interior. Justamente lo que siempre se tomó en cuenta es que la especialidad de los militares es la defensa frente a agresiones externas y que no tienen idoneidad ni preparación para combatir el delito. En función de ese encuadre es que el Ejecutivo sacó la Dirección de Protección Civil del área de Seguridad Interior.