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Rudi Dornbusch, el conocido economista que vive en Estados Unidos, insiste en que la Argentina sólo puede salir adelante si se instala aquí lo que sería prácticamente un gobierno internacional. En un nuevo artículo, precisa que debe haber un equipo de foráneos con derecho a veto en la Casa Rosada y en el Congreso, un vasto plan de obras públicas y una quita del 70 por ciento de la deuda externa que soporta el país. Contra lo que puede pensarse, una nueva encuesta muestra que, ante la situación desesperante, no son pocos los argentinos que le darían el visto bueno a la presencia en el país de un equipo internacional que controle el Gobierno y el Congreso. Es más, dos de cada diez ciudadanos hasta acordarían con que de hecho ese equipo ejerza el Gobierno. De todas maneras, la encuesta sirve para mostrar el desconcierto, la desconfianza y la desazón que reinan en la Argentina. Como es obvio, si ese equipo viniera, a las dos semanas seguramente habría manifestaciones para que se vaya.
En la medida que el economista del MIT fue precisando su propuesta, la consultora Ibope resolvió testear a la opinión pública en una cuestión tan delicada: casi perder la soberanía y entregar funciones de control y gobierno a enviados internacionales. En total se encuestaron 800 personas en Capital Federal y Gran Buenos, a diferencia del estudio anterior en el que se evaluaron las opiniones a nivel nacional. En el trabajo se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social y la coordinación estuvo a cargo de Isidro Adúriz.
En su segundo artículo sobre la Argentina, publicado la semana pasada, Dornbusch precisó algunas de las ideas sobre lo que él considera imprescindible: que la Argentina sea gobernada por un grupo de expertos internacionales. La iniciativa registra antecedentes. Tras la Segunda Guerra Mundial, los países triunfantes gobernaron durante varios años a los derrotados. Estas son algunas de las precisiones del nuevo artículo de Dornbusch:
- Debe haber un gobierno de tecnócratas jóvenes.
- Un pequeño comité debe establecerse en el Congreso con derecho a rechazar o darles curso a los proyectos de ley dentro de las 24 horas.
- Un plan a la chilena de obras públicas que dé empleo al diez por ciento de la fuerza laboral.
- Un paquete de crédito externo.
- Una poda del 20 por ciento en los salarios y precios.
- Una quita del 70 por ciento de la deuda, acordando reanudar los pagos recién cuando haya retornado el crecimiento.
Ya la semana pasada, Ibope testeó las propuestas iniciales de Dornbusch y ahora repitió el estudio con las nuevas precisiones. Algunos empresarios encomendaron el trabajo y hasta han hecho correr un rumor: que el plan Dornbusch le interesó incluso a Bill Clinton.
Como en la encuesta anterior, sorprende la cantidad de ciudadanos (45,por ciento) que, ante la desesperación actual, están hasta dispuestos a resignar soberanía. Debe considerarse que un 70 por ciento de los argentinos creen que el Gobierno no está capacitado para sacar el país adelante, un 60 por ciento sostiene que el dólar seguirá subiendo (es menos que hace unos días) y un 75 por ciento asegura que si sube el dólar habrá hiperinflación.
Ante tamaña desconfianza, aparecen los que no ven con malos ojos la idea de que un equipo internacional prácticamente cogobierne el país.
- Es cierto que en la encuesta tiene más aceptación que ejerzan un papel de control, con derecho a veto, pero también hay un 20 por ciento que aprueba entregar el Gobierno.
- Igualmente resulta llamativo que la gente confía más en las organizaciones no gubernamentales –las más aceptadas para integrar eseequipo internacional–, aunque tampoco ven mal que vengan italianos y en menor medida norteamericanos u hombres de la Iglesia Católica.
- De todas las propuestas, la más aceptada es la quita de la deuda externa, algo de lo que curiosamente no hablan en los últimos tiempos los políticos argentinos.