EL PAíS
Hasta Primatesta presentó un plan contra el Fondo Monetario
En solitario, y en apariencia sin aval de la Iglesia, el titular de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social le presentó un plan alternativo a Duhalde para que desacatara al FMI y produjera “un fuerte shock de trabajo y de producción”.
En un movimiento sorpresivo, y que no contaría con el aval de la cúpula de la Iglesia, el titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Raúl Primatesta, le planteó ayer al presidente Eduardo Duhalde que no acate las directivas del FMI y produzca, en cambio, “un fuerte shock de trabajo y producción”.
Primatesta –un hombre poderoso pero alejado de los núcleos de decisión de la Iglesia, que además se encuentra muy enfermo– le encomendó a su secretario, el laico Guillermo García Caliendo, a dos dirigentes sindicales cercanos, Hugo Ghilini y Luis Cejas, al economista Daniel Carbonetto y al empresario Osvaldo Rial que llevaran a Olivos una propuesta alternativa que no contemple una acuerdo con los organismos internacionales.
Según fuentes episcopales, Duhalde recibió a la delegación ayer al mediodía, acompañado por el secretario General de la Presidencia, Aníbal Fernández, y conversó con ellos durante tres horas.
Durante el encuentro, el Presidente recibió un llamado telefónico de Primatesta, quien le aconsejó “no seguir endeudándose, ni acceder a condiciones denigrantes del FMI que impliquen más ajustes, y contemplar determinadas medidas sociales”, según contó uno de los integrantes de la delegación.
“Creemos que las peticiones del Fondo van a traer más hambre, más desocupación, más recesión. En definitiva, ningún tipo de posibilidad de crecimiento para la Argentina. Por eso le entregamos a Duhalde un petitorio avalado por el titular de la Pastoral Social que aconseja, de alguna forma, no acatar las exigencias del Fondo Monetario y propone, a cambio, un fuerte shock de trabajo y producción dependiendo, pura y exclusivamente, de las fuerzas nacionales”, agregó.
Consultado por los resultados de la reunión, uno de los integrantes de la comitiva dijo que Duhalde “adhirió con su preocupación, aunque sin dejar en claro cuál iba a ser el rumbo a tomar”.
La jugada de Primatesta –en realidad, una presión bastante evidente– no se produce en cualquier momento: la delegación del Fondo Monetario tiene previsto arribar este martes a la Argentina para continuar con las negociaciones.
Pero, más allá del objetivo explícito, lo cierto es que la operación se vincula también a la interna de la Iglesia Católica. Los obispos suelen cuestionar a la clase política y al Gobierno, y en estos días, aprovechando las Pascuas, redoblaron sus críticas (ver recuadro). Sin embargo, aceptaron participar del Diálogo Argentino, una iniciativa de Duhalde en la que tuvieron un rol protagónico, y colaboran con la Rosada en la elaboración del nuevo plan social.
Hasta el momento, las conversaciones con el Presidente se canalizaban a través de los tres delegados episcopales: Jorge Casaretto, obispo de San Isidro, Juan Carlos Maccarone, de Santiago del Estero, y Ramón Staffolani, de Río Cuarto.
Según algunas versiones, Primatesta, que ha perdido toda responsabilidad pastoral directa, ya que no gobierna ninguna diócesis, estaba un tanto disgustado con el proceso de diálogo, sobre todo porque no se lo había consultado. Por eso eligió como representantes a García Caliendo y un grupo de dirigentes que fueron los líderes de la Concertación Social que había lanzado el año pasado junto a Hugo Moyano y el Grupo Productivo. “Se cortó solo, pero sus ideas son muy respetadas”, aclaró, diplomático, un obispo que prefirió mantener su nombre en reserva.