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“A partir de la imposición del corralito, y de la declaración del default, hubo cambios en las reglas de juego de la economía argentina. La tasa de interés ha alcanzado intereses muy altos, y como para producir hace falta capital, al subir mucho la tasa de interés, tiene que bajar mucho el salario en dólares, para poder seguir siendo competitivos.” En diálogo con Página/12, Gabriel Sánchez, director de la Fundación Mediterránea, hizo un diagnóstico de la coyuntura económica, y sugirió quiénes son los beneficiarios de la devaluación del dólar.
–¿Cuáles serían los errores de Remes Lenicov?
–Pecó por omisión, porque todavía no se ha anunciado una política fiscal y monetaria consistente. Y hay una cuestión que escapa a Remes: la Ley de Quiebras es claramente irritante para el FMI, porque si uno quiere que le den créditos debe dar garantías de que se van a pagar. Y esa ley es todo salvataje al deudor, aunque no se la achaco a Remes.
Aquí, como en la exigencia de que se garantice la “seguridad jurídica”, la opinión de la Mediterránea y el IERAL coincide con los reclamos del FMI. No sorprende. Basta ver los informes del organismo de consulta de De la Sota. En la bibliografía de uno de ellos, se cita a una vieja conocida de Cavallo: “Ter Minassian, T. ‘Descentralization and Macroeconomic Managment’, IMF (International Monetary Found), working paper, 1997.”