EL PAíS › LA DESPEDIDA DEL RADICALISMO BONAERENSE
El oportunismo de López Murphy
“Desde el punto de vista especulativo, no hay dudas de que éste es un momento oportuno para irse del radicalismo. Lamentamos su alejamiento y le deseamos suerte.” Con estas palabras, el presidente de la UCR, Angel Rozas, y el vice, Juan Manuel Casella, comentaron a través de una carta la reciente renuncia de Ricardo López Murphy al radicalismo.
Aunque en un tono respetuoso, las autoridades partidarias cuestionaron la decisión del economista, que la semana pasada renunció al partido en el que militaba desde adolescente para lanzar su candidatura presidencial.
“Nuestra relación con la sociedad está fuertemente deteriorada. Los dirigentes políticos estamos acusados de corrupción e ineficiencia, y la gente generaliza esa acusación. Costará mucho superar esta etapa”, admite el dúo Rozas-Casella luego de situar la decisión de López Murphy en términos puramente especulativos. Sin embargo, ellos aseguran que prefirieron “quedarse en la UCR, asumiendo la cuota de responsabilidad que nos corresponde”, porque Hipólito Yrigoyen “nos enseñó que hay que ser radicales en todo y hasta el fin”.
Después, contestan tres puntos de la renuncia de López Murphy. En cuanto a las críticas del economista a la decisión de conformar la Alianza con el Frepaso, recuerdan que “fue ministro del Gobierno (de De la Rúa) desde el primer día y su aceptación implicó convalidar la decisión aliancista del radicalismo”.
Frente a las críticas a la actitud del partido durante la gestión delarruista, respondieron que “no es legítimo imputarle al radicalismo la frustrante experiencia de los últimos dos años, porque fue la conducción política del Estado la que destruyó la coalición que la apoyaba. Sus propias experiencias en el gabinete nacional no fueron más que una manifestación visible de las actitudes de un poder político que adoptó un método de toma de decisiones errático, cerrado y excluyente. Cuando se trata de analizar los resultados de un gobierno determinado, el primer nivel de responsabilidad corresponde, clara y distintamente, a quienes lo condujeron y esa responsabilidad es histórica e intransferible”.
Finalmente, respondieron la crítica que deslizó López Murphy al apoyo radical al Gobierno. “Desde enero último, igual que siempre, el radicalismo intenta sostener las instituciones. La UCR no está en el Gobierno y procura utilizar lo que resta de su poder para completar el proceso de transición hasta 2003 y evitar simultáneamente los riesgos de la anarquía y el autoritarismo”, concluyeron.