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“Aún no sabemos si (Alfredo) Astiz será alojado en la Capital Federal o en el Gran Buenos Aires”, comentó ayer el fiscal general de Bahía Blanca, Hugo Cañón. La definición de Cañón fue en respuesta a la información publicada por este diario que señala que “El Angel Rubio”, como se denominaba al ex integrante de los Grupos de Tareas de la ESMA, estaría a punto de ser trasladado a la Prefectura Naval.
El juez de Bahía Blanca, Luis Dardanelli, hizo lugar a un planteo en el que Cañón sostuvo que las unidades militares son para la defensa nacional y no para alojar detenidos y notificó de la medida a su par porteño Sergio Torres, quien había ordenado alojarlo en la Base Naval de Zárate para proteger su integridad física. Ahora la última palabra está en manos de Torres.
“Las unidades de las Fuerzas Armadas no están afectadas al alojamiento de detenidos y no corresponde que un ciudadano como Astiz, que ya ni siquiera es militar, esté alojado en esas dependencias”, razonó Cañón.
Para explicar por qué un símbolo del terrorismo de Estado, como Astiz, se encuentra en una base naval, el fiscal de Bahía Blanca consideró que “hay resabios de la dictadura muy instalados en la sociedad” y que, por eso, es habitual el alojamiento de militares presos en establecimientos del ámbito castrense. Astiz cumple prisión preventiva por orden del juez federal porteño Sergio Torres por su participación en la represión ilegal y, además, está a disposición de los tribunales de Bahía Blanca por el juicio que siguió al pedido francés de su extradición.