EL PAíS › LA CGT QUIERE DISPUTAR ESPACIOS A LOS PIQUETEROS
La pelea va a ser por la calle
Más allá de que se unifiquen y que Moyano sea o no el titular, los sindicalistas quieren “volver a ganar la calle”. Eso es disputar con la CTA y los piqueteros, y con el Gobierno.
Por Eduardo Tagliaferro
En San Vicente, cuando se recordaron los treinta años del fallecimiento de Juan Domingo Perón, había dicho: “La CGT va a volver a ganar la calle porque la calle es de los trabajadores”. Al explicar el sentido de su frase y en diálogo con Página/12, Gerónimo Venegas, titular del gremio de los trabajadores rurales, va un poco más allá y no duda en sostener que “a los trabajadores desocupados los tenemos que representar nosotros desde la CGT. Es nuestra responsabilidad”. Aunque en ningún momento polemizó con el presidente Néstor Kirchner, es sabida la identificación del titular de la Uatre con el bonaerense Eduardo Duhalde. Más que un desafío dirigido hacia la interna partidaria, en vísperas de la reunificación de las dos CGT, sus dichos preanuncian una clara disputa con los grupos piqueteros y también con la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
“Hace años que la CTA dijo que ‘la nueva fábrica es el barrio’. Esto llevó a un criterio innovador de organización. No hay dudas de que con la unificación de las dos CGT, están conformando una estructura muy similar a la nuestra”, dice a este diario Fabio Basteiro, secretario general de la CTA-Capital. Prueba de ello es la importancia que la CGT le dará a departamentos como el de los jóvenes, desocupados, cuestiones de género, y discapacitados. Todos ellos impulsados por la CTA.
Para Basteiro este dato conlleva a otra disputa política. “La CGT plantea la disputa desde el territorio”, dice. Claro que en el territorio se enfrentan dos claras visiones. Por un lado participan los tradicionales y clientelares punteros políticos, algunos sectores conservadores de la Iglesia, grupos cooptados por la Policía. Por otra parte se encuentran los comedores populares, las bibliotecas y los microemprendimientos de trabajadores desocupados. Más allá de dos formas distintas de organización, la diferencia es política.
“Los dirigentes sindicales sienten como un déficit que los piqueteros le hayan ganado la calle”, confía a este diario un conocedor de la entretela gremial. De allí a competir con los piqueteros hay un largo trecho. Por ello, el analista consultado por Página/12 no duda en sostener que “tan absurdo es que un dirigente sindical se queje porque los piqueteros le hayan copado la calle, como lo es que los desocupados creen un sindicato”. Tampoco duda en señalar que “decir que la CGT va a ganar la calle, es una derivación de la frase del duhaldista Alfredo Atanasof, de que el gobierno es el líder del partido piquetero”.
Por lo pronto la reunificación de las dos CGT no está cerrada. No está confirmado que el camionero Hugo Moyano vaya a ser su titular, ni tampoco el rol que la central sindical tomará dentro de la interna peronista, si es que tiene alguno. En general a los principales dirigentes gremiales está interna los incomoda. El propio Venegas, el más duhaldista de los gremialistas, no duda en decirle a este diario que “la CGT tiene que tener total independencia del gobierno. Además, no hay tal interna entre Kirchner y Duhalde, los dos se necesitan”.
Así como Venegas aparece en las veredas del duhaldismo, Moyano se muestra como un ecléctico. En la última elección presidencial se encolumnó con Adolfo Rodríguez Saá y cuando en el 2000 saltó el escándalo por los sobornos en el Senado, estuvo cerca de las posiciones de la entonces diputada Cristina Fernández de Kirchner.
A la hora de entender la reunificación de las dos CGT hay quienes sostienen que “se trata de juntar debilidades”. También están los que interpretan que se trata de ocupar espacios de representación social que hoy no ocupan. Algunos de esos espacios los ocupa la CTA.