EL PAíS › CRUCES POR LA CONVOCATORIA A LOS PARTIDOS POLITICOS
Un diálogo para uno solo
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, aseguró ayer que el Gobierno “no cierra la puerta” del diálogo a ninguna fuerza política, aunque dejó claro que sentarse a una mesa con Elisa Carrió y Ricardo López Murphy no está en los planes. La mira de la Casa Rosada está puesta en el radicalismo, cuyo titular, Angel Rozas, ratificó haber recibido una invitación del jefe de Gabinete, Alberto Fernández. El presidente de la UCR dijo ser partidario de que se convoque a “todas las fuerzas políticas”, mientras que Carrió reiteró que rechazará cualquier convocatoria y advirtió que “en realidad nunca hubo voluntad de diálogo” en la administración de Néstor Kirchner.
“Por supuesto que uno no cierra la puerta a una eventual conversación, ni con la Unión Cívica Radical ni con cualquier fuerza”, declaró Aníbal Fernández, aunque marcó diferencias claras entre el radicalismo y Carrió y López Murphy. En clara alusión a los radicales, el funcionario destacó que “el Gobierno tiene una excelente relación institucional con los gobiernos de provincia y los municipios gobernados por hombres y mujeres de otros partidos políticos”. De la líder del ARI y el titular de Recrear subrayó, en cambio, que “tienen representatividad institucional cero” y los acusó de estar “usufructuando” el espacio de la oposición.
La diferencia de actitudes hacia unos y otros no se limita al terreno de las declaraciones. “Hubo una invitación de Alberto Fernández para tomar un café y para empezar a conversar con la Unión Cívica Radical”, comentó Rozas. El titular del radicalismo, quien hoy presidirá una reunión del Comité Federal partidario para fijar una posición frente al diálogo político, opinó que “la democracia es respetar a las minorías y escuchar otras voces distintas a las de uno” y evaluó que “el Gobierno tiene que invitar a todos y si después Carrió no va terminará siendo una fundamentalista democrática porque no puede creer que solamente ella puede salvar al país”.
La chaqueña ya dijo que no acudirá a una convocatoria al diálogo del Gobierno y ayer lo repitió con ironía: “Antes de sentarme con Duhalde y Moreau me reconcilio con mi ex marido”, expresó Carrió y denunció que en “todos los diálogos son de pacotilla” y forman parte de una “política de entretenimiento”.