EL PAíS › EL MINISTRO DE LA CORTE ACUSO A PETRACCHI Y AL PRESIDENTE
Vázquez resultó un independiente tardío
Lo que más preocupado lo tiene por estos días es el juicio político encaminado a destituirlo y la decisión de la Corte Suprema de declarar la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad –a la que, dicho sea de paso, se opuso– no lo hizo alterar sus planes: Adolfo Vázquez, sobreviviente de la mayoría automática del menemismo en el máximo Tribunal, convocó ayer a una conferencia de prensa en la que se presentó como víctima de una campaña pergeñada por Néstor Kirchner y Enrique Petracchi. “Este operativo se implementó por orden del presidente de la República y expreso pedido del presidente de esta Corte Suprema”, denunció Vázquez, y ya que estaba reivindicó a las Fuerzas Armadas tras advertir que el Ejecutivo somete a sus integrantes a una “desacreditación constante”.
Las apariciones públicas de Vázquez se han vuelto frecuentes desde que el Congreso decidió avanzar en el proceso para destituirlo, como frecuentes son también sus embates contra Kirchner. Será que se siente ya más fuera que dentro de la Corte, el supremo menemista decidió ahora arremeter también contra Petracchi, a quien responsabilizó por la apertura del juicio político en su contra tanto como al Presidente.
Frente a los periodistas que convocó a su despacho, donde guarda bajo el vidrio de una mesa ratona cartas de reconocimiento que alguna vez le enviaron los obispos ultraconservadores Emilio Ogñenovich y el ya fallecido Antonio Quarracino, Vázquez lanzó varias andanadas contra Kirchner. “Los poderes del Estado actúan subordinados a los mandatos y presiones del presidente de la Nación y su círculo de aduladores, con un Congreso disciplinado y temeroso y una Corte moldeada a medida de sus lineamientos políticos radicalizados”, sostuvo el juez, quien nunca ocultó haber participado del cumpleaños de Carlos Menem en Anillaco ni tampoco sus vínculos con el mandatario.
Vázquez también acusó al Presidente –a quien calificó como “mandamás de turno”– de ejercer presiones sobre la Corte y de tener un “manejo dictatorial” en muchas cuestiones. Lo responsabilizó, además, de promover el “vaciamiento” de las instituciones y la “desacreditación constante, acusando de delincuentes a integrantes de las Fuerzas Armadas y de seguridad” en el marco de “una transformación ideológica cercana al pensamiento de izquierda que pregona hoy el Poder Ejecutivo”.
“Las instituciones republicanas aparecen como cáscaras vacías”, se quejó Vázquez y, a modo de ejemplo, dijo que las Fuerzas Armadas fueron descabezadas “de un plumazo”. Siempre en esa sintonía, agregó que lo mismo buscó hacer el Ejecutivo en el Poder Judicial, “aunque aquí, por la existencia de normas constitucionales que regulan el caso, se debió montar la farsa de los juicios políticos para intentar engañar al pueblo”.
La misma virulencia tuvo también su ataque a Petracchi. Aunque no lo mencionó con nombre y apellido, Vázquez le endilgó que “como retribución por su designación como titular del cuerpo armó todo este juicio político que ya les costara su lugar a varios jueces y pone en capilla a algunos más”.
Vázquez calificó de “situaciones imposibles de explicar aún hoy” que tanto el presidente de la Corte cuanto el renunciado Gustavo Bossert, “luego de firmar más de 800 sentencias” sobre el corralito, se hayan excusado de fallar en el “Caso Smith”, en el que se declaró inconstitucional la confiscación de los depósitos. El supremo menemista aseguró que Petracchi adoptó aquella actitud “luego de que algún alto funcionario (a quien más tarde identificó como el ex titular de la SIDE, Carlos Soria) le recordara su delicada situación con motivo de una transferencia bancaria al exterior”. Sobre el titular de la Corte pesaba por entonces una imputación de haber transferido a un banco de Nueva York 400 mil dólares, que según la acusación –luego desestimada– provenía de un supuesto pago ilegal de compañías telefónicas por un fallo sobre el rebalanceo tarifario.
“No hay dudas de que todo este pseudojuicio político se funda exclusivamente en mi abierta e irrestricta defensa del derecho depropiedad, a mi ideología esencialmente peronista, a mi permanente lucha por la seguridad jurídica, al respeto de los contratos, la pacificación nacional y la seguridad de las personas”, resumió Vázquez en un alarde de modestia.