EL PAíS
Balestrini, comodín de la interna
Por Martín Piqué
Hubo tiempos de discursos altisonantes, que mostraban cada vez más distancia entre Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde. Pero ya no. Ahora son tiempos de coincidencias, aunque las semejanzas disimulen proyectos (o matices) distintos. Para dar un ejemplo de la afinidad, basta con citar un nombre: Alberto Balestrini, intendente de La Matanza. En los últimos días, Balestrini fue mencionado como uno de los posibles candidatos a senador del PJ por la provincia de Buenos Aires. La mención no fue fortuita ni desinteresada: surgió de las usinas del duhaldismo con la aclaración de que era el propio Duhalde quien estaba estudiando esa candidatura.
Balestrini se reunió con Kirchner en la Rosada la semana pasada. El intendente sospecha que detrás de las versiones existe un interés concreto por desalentar el surgimiento de un espacio alternativo al duhaldismo en el peronismo bonaerense. En la Rosada lo escucharon atentamente.
Cuando le preguntan por sus deseos, Balestrini no niega que la candidatura a senador le interesaría mucho, como escolta de Cristina Fernández o como cabeza de lista, si la esposa del Presidente no fuera la primera candidata. Aunque también, como buen cultor del bajo perfil, sospecha de tanta insistencia en proponerlo como candidato: cree que se trata de una operación para desgastarlo o, al menos, atenuar su influencia sobre La Matanza, el municipio más poblado del país y clave en toda elección.
Algunos indicios de los últimos días parecieron confirmar sus recelos: Duhalde lo invitó a viajar a Montevideo para charlar de política, un convite que dedica a quienes necesita convencer o disciplinar para evitar deserciones. Balestrini no aceptó –a diferencia del intendente de Merlo, Raúl Othacehé– “por compromisos anteriores”. Poco después, el titular del Senado bonaerense, Antonio Arcuri, lo invitó a un asado que se haría el sábado en su quinta de San Vicente. Balestrini volvió a rechazar la invitación, con cortesía. La pregunta era a qué se debía tanto interés.
Desde hace un tiempo, unos pocos intendentes alejados del duhaldismo de paladar negro comenzaron a pensar en armar una lista opositora a la conducción del PJ bonaerense: es decir, Duhalde. Uno de ellos era Balestrini. Otro, Othacehé, quien quedó distanciado del duhaldismo cuando decidió apoyar a Adolfo Rodríguez Saá en las presidenciales. La idea de estos jefes comunales –que esperaban sumar al siempre imprevisible Julio Alak, de La Plata– era presentar una lista “no duhaldista” en las internas de cargos partidarios del 21 de noviembre. La movida tenía el apoyo silencioso del gobernador Felipe Solá y del subsecretario de la Presidencia, Carlos Kunkel.
Uno de los objetivos del grupo es pelear la minoría dentro del Consejo del PJ bonaerense. El paso siguiente sería presentarse en las internas que definirán las listas de senadores y diputados, en abril. Esto sería contradictorio con el método de “veto mutuo” que habrían acordado Duhalde y Kirchner para definir los candidatos. Balestrini es uno de los que piensan que ese acuerdo no existe, aunque sí considera que ambos firmaron una tregua definitiva. En su opinión, la competencia en las internas con el duhaldismo sería del agrado de Kirchner, que para contener a una parte de su base política necesitaría mostrar algún tipo de confrontación con su antecesor. Para después, Balestrini ya se imagina un futuro legislativo en un puesto clave y no en la cámara de la que se habla en estos días.