EL PAíS › DIPUTADOS APROBO ANOCHE UN NUEVO REGIMEN PARA LOS MENORES
En el Senado, todo es agitación
El proyecto presentado por Hilda “Chiche” Duhalde logró el apoyo en la Cámara baja pero encendió disputas cruzadas en el Senado. El ministro de Justicia había respaldado la iniciativa, provocando enojos dentro del PJ.
Por Eduardo Tagliaferro
El Congreso vivió un día agitado. La discusión de un régimen para menores enfrentó a los senadores con los diputados, a los peronistas entre sí, a transversales entre sí y a transversales con el oficialismo. A primera hora de la tarde, el Senado intentó sin éxito aprobar una norma que contaba con el respaldo de varias organizaciones vinculadas con la minoridad. La piedra de la discordia era un proyecto de Hilda “Chiche” Duhalde. Iniciativa finalmente aprobada en la Cámara baja. Para algunos senadores, detrás de la visita del ministro de Justicia Horacio Rosatti de anteayer existió un pacto por el cual el Gobierno dio su respaldo al proyecto de “Chiche”, desairando el trabajo del Senado. No faltaron quienes incluso puntualizaron que el respaldo a la iniciativa de Duhalde conllevaba una contraprestación del duhaldismo. Por ejemplo, apoyar el proyecto de la empresa de energía Enarsa.
“Yo pensaba que el toma y daca se había terminado”, dijo en el recinto la senadora porteña Vilma Ibarra, la primera en sugerir la existencia de un acuerdo entre el Gobierno y el duhaldismo para obstaculizar el proyecto del Senado. Además de cuestionar el pronunciamiento del ministro en apoyo al proyecto de Chiche, Ibarra se preguntó si ésa era una decisión de Estado, ya que entonces hubiera sido importante la presencia de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, en las comisiones legislativas para dar la opinión del Gobierno.
Los cruces entre el ministro y algunos senadores comenzaron precisamente en la reunión en la que se discutió el juicio por jurados. “Hemos decidido impulsar el proyecto de Diputados que es más antiguo”, comentó Rosatti. Fue la puntana Liliana Negre de Alonso la que le salió al cruce y le contestó que esto no era así. “El más antiguo es uno del senador Jorge Agúndez”, dijo. Sin respuesta, Rosatti atinó a decir que la decisión estaba tomada. “Me está faltando el respeto. Quién es para decirme lo que tengo que legislar”, retrucó la puntana. Cuando el ministro tuvo que levantar la voz para pedirle que no le gritara, el jefe de bloque, Miguel Pichetto, intentó calmar a la senadora. La frase no fue feliz y mereció otra respuesta de Negre requiriéndole que le pidiera a Eduardo Camaño que se ocupara de conseguir los votos para aprobar a Enarsa.
La mención a Enarsa no fue distraída. Para los senadores ésa fue la piedra de cambio del duhaldismo con el Gobierno. Los senadores consideran que el proyecto de Chiche Duhalde en verdad es un cambio gatopardista, cuanto menos. Señalan que deroga la figura del Patronato, pero la cultura tutelar de los menores persiste, ahora delegada en los jueces. El proyecto del Senado deroga la tutela del Estado sobre los niños. Para los legisladores de la Cámara alta, en su proyecto el dueño de los derechos es el niño y pone fin a la institucionalización. Cosa que dicen que el de Duhalde no hace. “Son dos proyectos antagónicos”, dijo el radical jujeño Gerardo Morales. También consideró que “Rosatti cometió una intromisión”.
Para los legisladores está claro que hay un problema político. Por un lado no entiende la ausencia en la sesión de ayer de la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner. Por otro, tampoco comprenden por qué entonces Alicia Kirchner le dio a Carlotto el respaldo para el proyecto que trataba el Senado. De paso recuerda que el Consejo de la Niñez maneja un presupuesto de 137 millones. No es mucho, pero afirman que allí tiene su impronta la política manzanera de la esposa del caudillo bonaerense.
Con alguna demora, el tema se trató en Diputados. Chiche Duhalde, sin ocultar su enojo con la movida de los senadores, ni con la oposición, puso todo el énfasis en lograr el respaldo de los suyos. Así consiguió que el peronismo entregara el quórum necesario cuando todo indicaba que la sesión se caería por no tener los 129 diputados necesarios. “Parecería que todos estamos diciendo lo mismo, pero no estamos diciendo lo mismo. No estamos derogando la Ley de Patronato, le estamos dando legitimidad a algo mucho peor”, arrancó la arista Laura Mussa. Por si había dudas de lo que se discutía, acotó “estamos maquillando una ley para que parezca moderna. Hoy los jueces de menores celebran esta ley porque deja tantos agujeros negros que ellos van a poder seguir manejando el tema”, puntualizó. Para Mussa, la iniciativa votada “es indiferente para los chicos de la clase media. Está destinada para los hogares pobres”. Señaló que en los años ’50, “años sensibles para el oficialismo”, con mejor distribución de la riqueza, casi no había necesidad de que los jueces de menores intervinieran.
Finalmente, el peronismo impuso sus números. Chiche tendrá las fotos de ocasión, pero el conflicto político continuará en el Senado.