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Por R. K.

Juan Carlos Blumberg se entrevistará hoy con el presidente Néstor Kirchner con el que evaluará la evolución de las políticas en materia de seguridad. En realidad, el padre de Axel estuvo el lunes con el ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien le adelantó algunos datos, en especial los relacionados con la implementación de un nuevo documento de identidad, la estrategia antisecuestros y los avances en materia de inteligencia criminal a través de la formación y el entrenamiento de 50 especialistas antes de fin de año. De todas maneras, tal vez el centro del encuentro esté en la confrontación que Blumberg mantiene con León Arslanian: el ingeniero se manifiesta cerca de la Casa Rosada y la SIDE, mientras que choca en forma casi permanente con el ejecutivo bonaerense y, en especial, con el ministro de Seguridad. En la reunión con Aníbal Fernández, éste le manifestó la necesidad de reducir tensiones, pero las desconfianzas están todavía en un punto alto.
En La Plata se quejan de que el padre de Axel ha mantenido un fuerte nivel de beligerancia señalando que las cosas en materia de seguridad están cada vez peor y mencionando secuestros y delitos de los que no da cuenta a las autoridades provinciales. “Lo que tiene se lo lleva a la SIDE”, rezongan. Paralelamente, Blumberg se ha lanzado a realizar acusaciones casi personales contra Arslanian: que se lleva dinero al bolsillo de gastos reservados, que compró diez autos de lujo, Audi blindados, o que irregularmente mantiene un contrato con el Banco Provincia. El ingeniero no pudo probar ninguna de esas imputaciones y hoy en día igual mantiene la desconfianza al punto que le lleva las denuncias que le llegan al Gobierno Nacional y no al bonaerense.
En la Casa Rosada sostienen que Arslanian mantiene un exagerado nivel de confrontación con Blumberg y que debería morigerar el choque. Esa óptica también la tiene el propio gobernador Felipe Solá e inclusive, en los últimos días, Arslanian acepta que no puede seguir en semejante nivel de polémica. El punto clave sería que, de una vez por todas, las internas en materia de seguridad gobierno nacional vs. bonaerense: Arslanian vs. Blumberg se apacigüen. La semana pasada, el Presidente hizo un gesto fuerte abrazando a Arslanian y hoy es posible que busque acercar posturas en la charla con Blumberg.
Como se sabe, Kirchner mantiene una buena relación con el ingeniero, pese a que no coincide con buena parte de sus posturas. El Presidente suele decir: “Yo no sé cómo hubiera reaccionado si a mí me matan un hijo, creo que merece respeto y afecto lo que hace”.