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“No hubo falla humana.” Esa es la primera conclusión que surgió de la investigación ordenada por el Gobierno para establecer lo que ocurrió en el Tango 01 el último martes, durante el viaje del presidente Néstor Kirchner a Entre Ríos, que concluyó en un aterrizaje de emergencia en El Palomar como consecuencia de un desperfecto en su turbina izquierda. La junta de especialistas que se constituyó para analizar los motivos del incidente –a la que se sumó un técnico de Rolls Royce, la empresa fabricante de los motores– continuó trabajando para concluir su informe a la mayor brevedad posible, mientras en la Casa Rosada empezaron a revisar el sistema de seguridad presidencial y su logística.
Las tareas de inspección al Tango 01 que dispuso la Secretaría General de la Presidencia –de la cual depende la flota de aeronaves presidenciales– se llevan a cabo en la misma base aérea de El Palomar, donde aterrizó el martes pasado a poco de despegar de Aeroparque. Ese día Kirchner viajaba, entre otros, junto a los ministros de Interior, Aníbal Fernández, y de Planificación, Julio De Vido.
Los primeros datos recabados por los especialistas que investigan lo sucedido permitieron establecer que “no hubo falla humana” y que el problema no es atribuible a la tripulación que comandaba la nave. Quien conducía el Tango 01 es el piloto civil Sergio Velázquez y diversos entendidos en materia aeronáutica coincidieron en destacar la pericia que demostró en el momento del desperfecto.
Velázquez fue sometido ayer al examen psicofisiológico que se le practica a todos los pilotos que pasan por un problema como el que debió enfrentar y también declaró ante la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil, que depende de la Fuerza Aérea. El mismo trámite cumplió el vicecomodoro Roberto Müller, quien el martes pasado lo acompañaba al comando del Tango 01.
El comodoro Guillermo Lozada, vocero de la Fuerza Aérea, señaló que los investigadores “están trabajando para llegar a una conclusión final lo antes posible”. En la Casa Rosada aguardaban tener el informe de los expertos antes del próximo fin de semana.
Según parece, la falla que obligó a Velázquez a realizar el aterrizaje de emergencia y que causó alarma entre Kirchner y su comitiva se produjo a raíz de un desperfecto en el sistema de alimentación de combustible de la turbina. La investigación está orientada en ese sentido y cuenta con la participación de un técnico de Rolls Royce –la firma que fabrica las turbinas que impulsan a los Boeing 757-200, el modelo del Tango 01– que viajó especialmente desde Brasil.
Determinar lo que ocurrió no es la única preocupación en el Gobierno. La Secretaría General de la Presidencia encaró una revisión de la seguridad presidencial y del sistema de licitación y contratación de servicios e insumos, que trajo transparencia a la gestión pero provoca muchas demoras. De hecho, el Tango 01 debe ser sometido a una revisión completa el próximo 1º de noviembre y la licitación a tal efecto todavía no está resuelta.