EL PAíS › MENEM, CORACH Y BERAJA SE DEFENDIERON
Abriendo los paraguas
Publicados los fundamentos del fallo por la causa AMIA, dos de los mencionados y un gran ausente hicieron públicos sus argumentos. Básicamente, que todo es “falso” y “politizado.”
El peso de los fundamentos de la causa AMIA no pasaron desapercibidos para los implicados de participar del armado de “una pista insostenible para responder a las demandas de la sociedad”. Como desde un túnel del tiempo, las voces de Carlos Menem, Rubén Beraja y Carlos Corach salieron a defenderse de las consideraciones de los jueces del Tribunal Oral Federal que estuvo a cargo del juicio oral por el atentado contra la mutual judía que el 18 de julio de 1994 le costó la vida a ochenta y cinco personas.
Desde su refugio chileno, Menem consideró “bastante exageradas” las consideraciones del tribunal. Para el riojano, sus subordinados trabajaron “con todo ahínco para determinar quiénes fueron los responsables del ataque”. En los fundamentos, conocidos el último viernes, los jueces consideraron que desde mediados del ’95, luego de una reunión entre Corach y el juez Juan José Galeano, se puso en marcha un plan para responsabilizar al vendedor de autos Carlos Telleldín y a los policías bonaerenses. Los jueces involucraron como parte de esa maniobra al ex jefe de la SIDE menemista, el abogado laboralista Hugo Anzorreguy. El jefe de los espías no sólo habría suministrado los 400 mil dólares que se le dieron a Telleldín, sino que también habría puesto parte de la infraestructura para llevar adelante la maniobra.
“Yo no sabía absolutamente nada (del pago a Telleldín). Me enteré por los medios. Además, esos fondos reservados, creo que eran de la SIDE”, comentó Menem al hablar del pago más conocido de todos los que debe haber realizado Anzorreguy en sus diez años al frente de la central de inteligencia. Para que no quedaran dudas de la distancia que quería tomar con los hechos, subrayó que “esos fondos los manejan los funcionarios”. Por si fuera poco, agregó que “el gobierno no puede estar en todas las cosas. Los funcionarios se mueven en su área de manera independiente y ellos son los que determinan los pasos a seguir”.
Para levantar aún más sus argumentos defensivos, Menem insistió con la teoría de que en el Líbano una organización terrorista había reivindicado el atentado contra la AMIA. “Qué podemos esperar de Menem. El fue el primer eslabón de una cadena de continuidad política de encubrimiento que duró diez años”, fue la respuesta que entregó Laura Ginsberg, de la Asociación por el esclarecimiento de la masacre de la AMIA. También se mostró “impresionada” por la versión del supuesto comunicado terrorista emitido desde el Líbano. No dudó en calificarla como un invento.
Menem no fue el único que salió a defenderse del fallo del Tribunal Oral. “Nunca vi esa trama perversa donde el Estado democrático, vía el estado de derecho, somete a una cantidad de personas absolutamente inocentes, solamente para calmar a la opinión pública”, respondió el ex titular de la DAIA Rubén Beraja, desde su lugar de detención. Beraja está en el Departamento de Delitos Complejos de la Policía Federal por causas vinculadas con la quiebra del Banco Mayo. Beraja dudó sobre “las intenciones” del tribunal que lo involucró con el encubrimiento del atentado. “El expediente destila ingredientes extrajurídicos que hay que estudiar con serenidad”, señaló el ex banquero. También tomó distancia de Menem. Dijo que su relación con él era de “una tensión permanente”. Incluso lo responsabilizó por la caída de varias instituciones bancarias, entre ellas el Banco Mayo, que presidía.
A diferencia de Menem y de Beraja, que formularon sus descargos en distintas entrevistas radiales, el ex ministro del Interior del menemismo y ex senador Carlos Corach, lo hizo a través de un comunicado de prensa. “El fallo alude a un supuesto encubrimiento del gobierno nacional, para lo cual, en una construcción fantasiosa, se me involucra en virtud de mi rol de ministro responsable del área política que ejercí entre 1995 y 1999”, señaló Corach. El ex ministro, que luego de su regreso de Oxford, donde estuvo al frente de una cátedra universitaria, nunca rompió con el bajo perfil, también se mostró orgulloso de haber integrado el gobierno de Menem. Coincidió con Beraja al dudar del tribunal. “Sus argumentos revelan un alarmante nivel de politización, en línea con el objetivo de demonizar todo lo actuado por el gobierno nacional que integré”, concluyó.