DEPORTES
El gerenciamiento en Ferro, nulo debido a un contrato “repugnante”
La jueza Braga falló la nulidad del acuerdo con la empresa de Gustavo Mascardi, ya que es desfavorable para los intereses del club.
Por Gustavo Veiga
En Ferro empezó a desandarse un camino que dejó a contramano al empresario Gustavo Mascardi y a su bendito gerenciamiento. Así lo había consagrado el suspendido juez de la quiebra, Rodolfo Herrera, aunque su reemplazante, la doctora Margarita Braga, no piensa lo mismo. El contrato “repugna los principios y objetivos de la ley 25.284” (también denominada, de Fideicomiso de administración con control judicial), escribió en el fallo de once carillas que declaró la nulidad del acuerdo entre el club y la firma Gerenciar Sociedad de Fútbol.
En el barrio de Caballito hay quienes respiran aliviados con la sentencia –que sería apelada por la SA– y están aquellos que bufan por los rincones. Entre los primeros se ubican un puñado de profesionales que denunció la arbitrariedad del convenio y la mayoría de los socios. Desde la vereda opuesta, el acaudalado intermediario y sus pregoneros amenazan irse con el circo a otra parte.
Hasta el último viernes, Mascardi no había apelado la decisión judicial. Tiene para hacerlo cinco días hábiles desde la notificación del fallo y todo indica que dará pelea contra el veredicto de Braga. Si no recurriera a la Cámara, el fallo quedaría firme y Gerenciar debería alejarse de la institución. “Si por mí fuera, me voy ya mismo, no presento más al equipo y le hago un juicio al club por daños y perjuicios”, le dijo el empresario al diario deportivo Olé a pocas horas de conocerse la resolución.
Lo que acaso no sepa el dadivoso magnate de esta historia es que en Ferro se están juntando elementos para demandarlo también a él. Y si bien Mascardi todavía genera módicas adhesiones en alguna audición partidaria, hay otros cronistas que, puertas adentro, le demandan recato. Andrés Gómez Franco escribió en Solo Ferro Express: “¿Y todavía tenés el tupé de hacerte (una más y van...) el indignado, la víctima, el empresario honesto que le está haciendo un favor al club de sus amores...?”. Otro periodista como Roberto De Marco, que sigue al equipo desde hace 65 años, se inclinó por enviarle una carta al autor de esta nota: “Somos un país que no tiene memoria y tengo mucho miedo de que los Mascardi triunfen sobre la verdad...”, apuntó.
Un contrato que repugna
La jueza Margarita Braga es muy clara en su sentencia del 25 de octubre. Advierte “la falta de transparencia del proceso licitatorio emprendido” porque, según ella, “no obra el pliego de condiciones de la licitación que fuera aprobado para el llamamiento dispuesto, exteriorización necesaria para el debido conocimiento de los interesados; ni tampoco su aprobación judicial (...) y se aprecia la insuficiente publicidad dando a conocer ese llamado”.
En otro tramo de su resolución sostiene que ligar el porcentaje de un eventual superávit de Gerenciar SA con el pago a Ferro en tanto asociación civil es “desfavorable a los intereses de la institución fallida y por ende a los de sus acreedores, pues a todos vincula al riesgo empresario asumido por el gerenciador”. Esta consideración fue subrayada por Braga, como tantas otras: informa que el club “no recibió ingreso alguno” desde la llegada de Mascardi y cuestiona al contrato por “el inaceptable plazo de su vigencia”. La módica cantidad de 27 años.
El fallo también despedaza a “la insólita cláusula rescisoria que impide a la institución demandar por daños y perjuicios a la gerenciadora...”. Asimismo, puntualiza que la empresa –más rápida que un tren bala– “incluyó reclamos por importes que entiende no percibidos a lo largo de la vigencia del gerenciamiento, y que le corresponderían”. Alude, entre otras, a la solicitud para cobrar un millón de pesos porque no puede hacer que los socios paguen la entrada cuando Ferro juega de local en su antiguo estadio de madera. Para Braga, el reverso de la moneda sería que el emprendimiento de los Mascardi “ha incumplido en los autos principales la intimación cursada por el tribunal para acreditar el pago de las erogaciones a su cargo, tal como fueran liquidadas por el órgano fiduciario”. Por estas razones, determinó “declarar la nulidad del contrato de gerenciamiento...”, firmado entre el club y la sociedad anónima el 28 de marzo de 2003.
La institución modelo durante la década del 80 cumplió su centenario el 28 de julio pasado y acaba de dar un paso adelante por su definitiva independencia. Es curioso, pero Gustavo Mascardi la comparó con nuestra petrolera estatal liquidada a precio vil. “Esto era Ferro, no YPF”, sostuvo refiriéndose a la ausencia de oferentes. En enero de 2003, durante la feria judicial, el doctor Herrera –sometido a proceso de destitución– le había adjudicado el fútbol casi en soledad. Y, quizá por eso, el empresario creyó que podía extraer petróleo en Caballito.