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Durante 24 horas marcharon todos juntos, pero el cierre de la 24ª Marcha de la Resistencia tuvo dos actos. “Queremos, debemos, necesitamos construir un país distinto. Un país para todos, con trabajo, salud, educación y vivienda. Un país en el que el derecho a la vida sea sagrado. Un país independiente con un proyecto de liberación. El país por el que vivieron y lucharon nuestros 30 mil desaparecidos”, dijeron sobre uno de los escenarios Marta Vázquez, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y Alba Lanzillotto, de Abuelas de Plaza de Mayo. Después, la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, habló de su reunión con el presidente Néstor Kirchner y también afirmó: “Estamos haciendo el país que nuestros hijos querían. Una patria diferente”.
Bonafini pronunció su discurso luego de escuchar a representantes del Movimiento Nacional Chicos del Pueblo; al embajador de Venezuela, Freddy Balzán; al diputado uruguayo por el Frente Amplio Juan José Domínguez y a dos grupos musicales, uno español y otro venezolano y chavista.
Los Chicos del Pueblo se habían plantado con sus pecheras en el escenario y leído –algunos con dificultad– textos en los que pedían no ser discriminados por ser pobres y exigían el cumplimiento de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
“Con la fuerza de las Madres que queremos ver crecer a los chicos les dedicamos esta marcha a los chicos, que son nuestros hijos, no son de la calle”, señaló Hebe. La presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo relató que al mediodía se entrevistó con Kirchner, a quien le dijo que el Estado debía hacerse cargo de que todos los chicos tuvieran comida, trabajo, vivienda y educación. “El Presidente dijo que lo va a hacer, así que abrimos un camino. No sé cuánto nos va a llevar, pero las Madres somos muy persistentes”, señaló.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, también fue recibida ayer por el Presidente. Y las Madres de Línea Fundadora estarán hoy en la Casa Rosada, cuando sea distinguida en el Salón Blanco la madre de Plaza de Mayo de Ledesma Olga Aredes.
Una hora antes del acto de Bonafini se había realizado el cierre del resto de los organismos de derechos humanos que participaron de la marcha. Las posiciones de unos y otros no fueron muy diferentes. Ambos reivindicaron algunas medidas del Gobierno y señalaron un camino por construir. “Reconocemos políticas a favor de los intereses de nuestro pueblo, pero sabemos que la solución está atada a una justa distribución de las riquezas imposible de alcanzar si se paga la deuda con el hambre del pueblo”, aseguraron Vázquez y Lanzillotto al leer un comunicado consensuado por Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos, Hermanos, HIJOS y Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Estas agrupaciones también se refirieron al proceso abierto a partir de la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y remarcaron que esperan “una sentencia de la Corte Suprema que permita terminar con la impunidad”.
Los discursos fueron la culminación de 24 horas de rondas alrededor de la Pirámide de Mayo, que estaba cubierta por fotos de los desaparecidos. Como ocurre desde hace unos años, la marcha de la resistencia fue también sede de reclamos que no sólo tienen que ver con los crímenes de la última dictadura militar. Ayer estuvieron en la plaza muchas agrupaciones piqueteras (el MTD Aníbal Verón, la Federación de Tierra y Vivienda –FTV–, Barrios de Pie, Resistir y Vencer y el MTD Evita, entre otros) y organizaciones de familiares de víctimas de la represión policial en democracia. La FTV llevó una bandera con la cara de Martín “El Oso” Cisneros, cuyo asesinato provocó la toma de la comisaría de La Boca. En las rejas que todavía separan la Plaza en dos, el grupo Acción Fotográfica colgó sus imágenes de asambleas campesinas, trabajadores del astillero Río Santiago y el acto del 24 de marzo pasado en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Los organismos de derechos humanos habían previsto varias actividades culturales durante la jornada que comenzó el miércoles por la tarde. Pero la lluvia obligó a suspender algunas de ellas, como el video con una recopilación inédita del juicio a las Juntas. “Fue una pena porque queríamos destacar la valentía de los sobrevivientes y los familiares que dieron su testimonio, más allá de lo que fueron las sentencias”, comentaba Tati Almeida, de Madres-Línea Fundadora, mientras Horacio Pietragalla, uno de los nietos recuperados por las Abuelas, repartía el mensuario de la agrupación. Los de “Okupa Kalle”, del Servicio Paz y Justicia, entregaban un folleto de colores fuertes con indicaciones para los menores que son detenidos. A pesar de la lluvia, las 24 horas de movilización no se interrumpieron. Las carpas y los toldos colocados en la Plaza ayudaron a hacer frente al agua, que amainó cerca del cierre.