EL PAíS
Kirchner y Moyano, otra vez se reunieron para limar asperezas
El conflicto con los recolectores de basura porteños –ahora en una impasse por la conciliación obligatoria– provocó el segundo encuentro entre el camionero y el Presidente. El futuro del salario mínimo.
Por Laura Vales
Por segunda vez en dos días, Hugo Moyano y Néstor Kirchner se reunieron en la Casa Rosada por el conflicto con el gremio de los camioneros. El cotitular de la CGT fue convocado por el Presidente para destrabar la situación abierta con los recolectores de basura porteños, que piden una indemnización porque pasarán a trabajar en otras empresas. La pulseada –que alcanzó un pico cuando los camioneros tiraron toneladas de basura frente a la sede del gobierno porteño– ha tensado la relación entre Kirchner y Moyano, ya en una zona de turbulencia por la posibilidad de que el Ministerio de Trabajo le otorgue la personería gremial a la CTA.
Una alta fuente de Gobierno aseguró que “se está cerca de encontrar una solución definitiva” al problema de la basura, un tema que pone en juego una cantidad de dinero considerable (ya que el pedido de indemnización abarca a 3500 empleados) y que sentará antecedentes para futuros cambios de concesión en otros servicios.
En la reunión participaron el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. “El Gobierno y el Sindicato de los Camioneros están haciendo todas las negociaciones que consideran necesarias para superar el conflicto”, dijo la fuente consultada, tras señalar que el Presidente quiere tener una solución para el martes próximo.
Moyano se retiró del lugar sin hacer declaraciones a la prensa, pero sus colaboradores se esforzaron por bajarles el tono a los desencuentros con Kirchner. “La relación es inmejorable”, dijeron. Como prueba, argumentaron que el sindicalista volvió a la tarde a la Casa Rosada, esta vez para hacer un brindis organizado por De Vido.
En la CGT había un clima de distensión. Allí aseguran que no habrá personería gremial para la CTA en el corto plazo, una posibilidad que había puesto en pie de guerra al consejo directivo cegetista.
Por la noche, la cúpula de la central sindical recibió dos buenas noticias. Voceros del Gobierno ratificaron que el Ejecutivo analiza la posibilidad de aumentar el salario mínimo vital y móvil para ponerlo en los próximos seis meses por encima de la línea de pobreza, fijada en 735 pesos mensuales. El objetivo oficial es sumar al salario básico, en la actualidad de 450 pesos, los 100 pesos que se entregarán desde el mes próximo, monto que se agregará a los 50 pesos no remunerativos que ya se perciben. De esta manera el ingreso mínimo quedará en 600 pesos.
“Uno aplaude cuando en un país se elevan la jubilación mínima y los salarios y se hace justicia con los más débiles, que le hace muy bien al mercado interno. Vamos en la dirección correcta pero hay que seguir”, señaló el abogado de la CGT, Héctor Recalde.
El Consejo del Salario está sesionando en comisiones para discutir productividad, empleo, y formación y capacitación, pero la Confederación General del Trabajo había planteado que se convocara a un nuevo plenario para evaluar reajustes en el salario mínimo.
El miércoles, en su brindis de fin de año con Kirchner, el triunvirato que conduce la central sindical había propuesto por otra parte formar equipos que visiten las empresas para detectar el trabajo en negro. La idea de formar grupos con técnicos de trabajo y representantes gremiales es otra de las iniciativas en estudio para el año que viene.