EL PAíS › ESPAÑA NO RECIBIO NINGUN PEDIDO POR EL CASO MOLINA
“Dispuestos a colaborar”
El gobierno español anticipó ayer que está dispuesto a colaborar “ante cualquier petición” que le hagan llegar la Argentina o Cuba con respecto al caso de la médica cubana Hilda Molina pero, tal como anticipó ayer Página/12, explicó que al momento no recibió ningún pedido. Quien salió a aclarar los tantos fue el vicecanciller español, Bernardino León Gross, quien no por nada ocupa el cargo de secretario de Estado de Exteriores para Iberoamérica.
“Si España pudiese hacer cualquier cosa, como la posibilidad de ofrecer su suelo para que se produzca el encuentro entre Hilda Molina y su hijo, a petición del gobierno cubano o argentino, lo haría. Pero no hemos recibido ninguna petición en ese sentido”, puntualizó León Gross.
Hasta ahora, la única posibilidad cierta de un encuentro entre la doctora Molina, su hijo Roberto Quiñones, su esposa y sus nietos es en La Habana, tal como se lo expresó Fidel Castro a Néstor Kirchner en una carta. Desde el comienzo, la posición de Fidel ha sido que Molina, disidente, no puede salir de la isla, aunque aclaró que Quiñones –también cubano– tendría libertad de movimientos en La Habana y que no habría dificultades al momento de su retorno a Buenos Aires.
Con todo, por estos días corrieron versiones que hablaron sobre la posibilidad de que la reunión familiar se concrete en un tercer país, y se mencionó a Venezuela y España como hipótesis más probable. Sin embargo, y pese a que en los albores de la crisis el canciller Rafael Bielsa conversó con su colega español Miguel Angel Moratinos, nunca el gobierno argentino puso en marcha una mediación formal de España.
El dato quedó confirmado ayer con las declaraciones de Gross. Con todo, el vicecanciller español apuntó el deseo de su gobierno de colaborar, un hecho que se enmarca en la estrategia dirigida a descongelar las relaciones diplomáticas de la Unión Europea con Cuba. “Lo importante es crear una atmósfera más constructiva, más dialogante entre Cuba y la Unión Europea. Nosotros creemos que eso no sólo es positivo porque va a mejorar las relaciones diplomáticas sino que va a tener un efecto positivo en la evolución de la situación de los derechos humanos y los estándares democráticos en la isla”, explicó el funcionario.
Más allá de la buena voluntad expresada ayer por España, el principal obstáculo para el encuentro continúa siendo la negativa de Fidel Castro de permitir salir a Molina de Cuba, contratiempo que se repetiría cualquier otro sea el lugar del mundo donde se programe la reunión. El Gobierno asegura que por estas horas está utilizando vías discretas de negociación para que el entuerto tenga otro final.