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A cuatro días de la tragedia, la Justicia busca avanzar en la identificación de los responsables. Las primeras pericias realizadas por los Bomberos confirmaron que el incendio fue provocado por una bengala “tipo candela” con características similares a las secuestradas en la administración del local. Varios testigos coincidieron en que el material pirotécnico fue arrojado por tres jóvenes que aún no han sido identificados. Hasta el momento, el único detenido es el dueño de la fatídica discoteca, Omar Chabán, quien ayer fue trasladado a otra seccional policial “por razones de seguridad” y hoy será indagado por la jueza a cargo de la causa, María Angélica Crotto. Los investigadores buscan además a los cuatro socios del empresario, quienes, exceptuando uno, vivirían en el exterior.
Tras permanecer tres días detenido, Chabán será interrogado por los delitos de homicidio y lesiones culposas que suponen penas de hasta 5 años de cárcel. Sin embargo, cabe la posibilidad de que el dueño de República Cromagnon, en donde murieron 182 personas, sea acusado bajo la figura de “homicidio con dolo eventual” que extiende la pena hasta 25 años. Esta última opción es aplicada en los casos en donde el acusado tiene conocimiento previo del daño que puede causar. Lo que se debate justamente es si el cierre intencional de la salida de emergencia debe ser interpretado como hecho doloso.
Nuevos testimonios ratificaron que Chabán había alertado al comienzo del recital sobre las posibilidades de incendio. Según los testigos, el empresario subió al escenario antes de la presentación y gritó al micrófono: “No tiren más bengalas porque se prende fuego todo”. Tras una proliferación de insultos Pato, el líder de Callejeros, alentó a sus seguidores a “portarse bien”. Diez minutos después de los primeros acordes comenzó el incendio. Ahora se intenta establecer si Chabán se retiró del lugar antes del fuego o si estaba presente cuando las llamas alcanzaron la media sombra y escapó por una puerta ubicada detrás del escenario.
El fiscal de la causa, Juan Manuel Sansone, citó también a declarar a los directivos de las tres sociedades que aparecen vinculadas con el local. Los expedientes municipales revelaron que la empresa Nueva Zarelux S.A. es la propietaria del predio y alquiló las instalaciones a Lagarto S.A. Chabán no figura en el directorio de ninguna de las dos empresas, por lo que se presume que la segunda le subalquiló el local. Según informaron fuentes judiciales, existen varias pruebas que demuestran que Chabán era quien tenía a cargo el gerenciamiento de República Cromagnon.
Hasta ahora la única certeza en la investigación recae en el material que provocó el trágico accidente. Las pericias confirmaron que una bengala desencadenó el fuego. Según fuentes policiales, se asemeja al material encontrado el propio jueves en la administración del boliche. Actualmente se está investigando cómo llegó la pirotecnia a manos de los responsables del local y si era de su propiedad o había sido secuestrada a quienes pretendían ingresarla al recital.
La jueza encabezó ayer una inspección en el lugar para agregar mayores elementos a la causa. Acompañada por el fiscal y personal policial y de Bomberos, Crotto recorrió las instalaciones para tomar las medidas de las puertas y todos los accesos de Cromañón.
La responsabilidad podría extenderse al personal de seguridad encargado de revisar el ingreso del material pirotécnico y al propio Gobierno de la Ciudad que, según afirmó ayer el fiscal, constituye una “línea de investigación”. Por su parte, el comisario inspector Daniel Rodríguez negó que hubieran existido anomalías en la inspección llevada a cabo por la Superintendencia de Bomberos, que controló las cuestionadas instalaciones por última vez y a la cual el gobernador porteño, Aníbal Ibarra, responsabilizó ayer por los incidentes. Frente a las declaraciones del funcionario, Rodríguez aseguró que la auditoría del local se desarrolló en condiciones normales y aclaró que no se abrieron sumarios contra el personal de la dependencia.