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El fiscal Martín Nikilson pidió la declaración indagatoria del líder piquetero Raúl Castells por el presunto delito de “extorsión”, al haberle reclamado 50 mil “cajita feliz” a la cadena de hamburguesas McDonald’s. Adelantándose a cualquier polémica, el fiscal Nikilson, en su pedido al juez de instrucción Facundo Cubas, aclaró que la medida no implicaba “la criminalización de la protesta social”.
“Lo ocurrido ese día (el 9 de diciembre pasado) no fue un legítimo reclamo de gente excluida de la sociedad y necesitada de alimentos, sino un show montado para promoción política de un dirigente, utilizando las necesidades de muchas personas”, sostuvo el fiscal en su escrito. Y añadió: “Las pruebas reunidas permiten afirmar que la persona públicamente conocida como Raúl Castells ha incurrido en un delito”.
Castells ya estuvo detenido el año pasado en Chaco, también acusado por el delito de extorsión por la ocupación de un casino provincial. La apertura de una nueva causa en su contra seguramente complicará su situación judicial.
Según escribió Nikilson, la actitud del líder piquetero al ocupar un local de McDonald’s “resultó perjudicial para la empresa, ya que ese local estuvo sin funcionar durante varias horas. Exigió como condición para retirarse de allí con la gente de su grupo que la empresa le entregue una cantidad de cajas de hamburguesas, papas fritas y gaseosas. Se amenazó a los directivos de la empresa para que entreguen lo que deseaba, pues de lo contrario permanecerían en el lugar impidiéndoles ejercer su actividad”.
Casi en un alegato personal, el fiscal cerró opinando que “el hambre de la gente no se soluciona con ‘cajitas felices’ y menos aún con shows televisivos que sólo sirven para la promoción de un dirigente”.