EL PAíS › SE AGRAVA EL CONFLICTO EN SUBTES Y EL
GOBIERNO CONVOCO A UNA REUNION PARA HOY
Cada vez más lejos de la terminal
Cumplida la tercera jornada de paros, Metrovías y los trabajadores de subtes mantienen las mismas diferencias. Hoy los paros serán de cinco horas por turno. Ante el agravamiento del conflicto, el Ministerio de Trabajo citó a las partes para hoy al mediodía.
Por Diego Schurman
En un agravamiento del conflicto, los trabajadores de subterráneos amenazaron con iniciar mañana un paro por tiempo indeterminado. Por eso el Gobierno sentará hoy al gremio, los delegados y a la empresa del sector en una mesa de negociación que ponga fin al diferendo salarial. Hasta el momento, las posiciones se muestran inflexibles, ya que Metrovías no formalizó ninguna nueva propuesta y los operarios mantienen una medida de fuerza progresiva que esta jornada entrará en su cuarto día, con paros de cinco horas por turno.
La reunión fue convocada por el Ministerio de Trabajo para que se agoten todas las posibilidades de entendimiento. Los delegados gremiales insisten en reclamar un incremento del 53 por ciento, más dos por ciento por año de antigüedad. La concesionaria de las cinco líneas de subtes y el Premetro ofreció el 8 por ciento. Pero como esa propuesta empresaria debe absorber los 100 pesos que el Gobierno otorgó por decreto, el incremento ofertado sería en realidad de sólo el 1 por ciento.
El último jueves los trabajadores iniciaron un plan de lucha con paros progresivos. Ese día fue de dos horas por turno. El viernes fue de tres horas, ayer de cuatro, hoy de cinco, y desde mañana será –si no hay solución a la puja y se cumple la amenaza gremial– directamente general y por tiempo indeterminado.
A fin de cubrirse de eventuales demandas por incumplimiento del servicio, Metrovías elevó a la Justicia dos actas donde demuestra su vocación de hacer circular formaciones de emergencia, pese a que los empleados se lo imposibilitaron.
En el Ministerio de Trabajo no parece reinar el optimismo sobre la evolución del conflicto, que afecta a un promedio de 900 mil pasajeros diarios. La decisión de adelantar el encuentro de partes a las 12 horas, cuando originalmente estaba previsto para las 15.30, es una muestra de ello. Como los paros de hoy se llevarán a cabo de 6 a 11, de 15 a 20 y de 22 a 4, el Gobierno buscó que al menos el inicio de las tratativas no tenga como telón de fondo el desarrollo de una huelga.
“Nosotros creemos que el mejor marco para las conversaciones es con un servicio funcionando normalmente. Pero realmente no parece que esto fuera a suceder”, reconocieron a Página/12 fuentes oficiales.
El Ministerio de Trabajo podría haber dictado la conciliación obligatoria, una herramienta legal que vuelve el conflicto a fojas cero durante 15 días (con opción a diez más, a través de dos prórrogas de cinco días) mientras se busca una solución. Pero no quiere apelar a un recurso sin la certeza de que será acatado por todos los actores.
De hecho, los trabajadores de subterráneos advirtieron que no es válida una nueva conciliación obligatoria. Según explican, la cartera laboral la aplicó a fin del año pasado, cuando se inició la pelea. Si bien para el Gobierno se trata de dos instancias distintas, para el gremio aquel diferendo es el mismo que el actual, ya que ostenta el mismo número de expediente en el Ministerio de Trabajo.
La pelea volvió a tomar cuerpo a partir del 18 de enero, en el marco de las paritarias, mientras se discutía un nuevo escalafón salarial. Hasta ahora Metrovías se negó a realizar una mejor oferta al entender que el sueldo promedio del sector, de 1670 pesos, es “razonable”. En ese sentido, difundió la compensación total que reciben en mano las distintas categorías. Incluyendo los ingresos remunerativos y los no remunerativos, un conductor percibe 2211 pesos; un guarda, 1512, y un boletero, 1442.
Los trabajadores evitaron volver a enredarse en una discusión sobre los ingresos particulares. Prefirieron hacer hincapié en el piso que pretenden para el sueldo más bajo. “¿Los habitantes de este país no nos merecemos ganar el valor de la canasta familiar, que según el Indec es de alrededor de 1800 pesos?”, se preguntó ante Página/12 Andrés Fonte, delegado de los talleres de Constitución (línea C). Anoche circuló un rumor sobre una nueva oferta salarial de Metrovías, en este caso de alrededor del 20 por ciento. El dato no fue confirmado por la vocera de empresa, Lucila Maldonado. De todos modos, los delegados, que ayer recibieron la visita de los abogados de la concesionaria, prefirieron no especular sobre ese u otro porcentaje hasta escuchar los números en la reunión formal que se concretará hoy.
De lo que no tuvieron reparo en hablar es sobre la “falta de seguridad” del servicio, resaltando una aparente desatención de la concesionaria sobre la calidad y la cantidad del mismo. “De 2001 a la fecha, en la línea C, de los 12 servicios que ofrecía quedaron 8, por eso la gente viaja como viaja”, señaló el delegado Néstor Segovia, un operario de los talleres de Constitución que concurrirá a la reunión de la cartera laboral. “Pero lo peor –agregó– es que en la Línea C las llantas están fuera de trocha y los amortiguadores y los elásticos están vencidos, y en la línea D hace 6 meses que no se cambia el aceite en las formaciones, y las pastillas de freno están atadas con alambres, entre tantas otras aberraciones.”
–Si no existe otro Cromañón es porque Dios está acá, en lo subtes –alarmó Fonte.
Metrovías niega semejante panorama. Pero los trabajadores señalan que no es un capricho, y esgrimen el informe 144 de la Auditoría General de la Nación, de agosto de 2004, que señala que el concesionario, a partir de comienzos de 2003, “ha eliminado de su programación todas las rutinas de reparaciones o revisiones profundas, apartándose de los ciclos de mantenimiento recomendados por los fabricantes de cada tipo de unidad y validez contractual”.
La complejidad de los reclamos no sólo reduce las expectativas de la empresa de una solución inmediata al conflicto. También la de la Unión Tranviarios Automotor, que a pesar de respaldar al cuerpo de delegados del subte, en la intimidad asevera que está “tensando la cuerda” más allá de lo que considera razonable.
No se trata únicamente de una diferencia de metodología gremial entre la cúpula del sindicato y la base. También existe una ostensible distancia política. El titular de la UTA, Juan Manuel Palacios, es un histórico militante del peronismo ortodoxo y está alineado desde siempre con el coconductor de la CGT, el camionero Hugo Moyano. En cambio, entre los miembros que integran el cuerpo de delegados tienen ascendencia el Partido Obrero (PO) y el Movimiento Socialista de Trabajadores (MST).