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Con la precisión y el cuidado con los que opera un cirujano, Chiche Duhalde lanzó una serie de críticas al gobernador Felipe Solá. También cargó contra el intendente de La Plata, Julio Alak, y dedicó un par de chicanas –sutiles pero igualmente filosas– a la senadora Cristina Kirchner. Fue ayer a la tarde, en el lanzamiento de la agrupación Lealtad en la ciudad que fundó Dardo Rocha. La nueva corriente fue creada por Eduardo Duhalde para contrarrestar la línea encolumnada con el gobernador. Y por lo que se escuchó en el acto, el duhaldismo decidió entrar de lleno en la pelea verbal. Dicho en otros términos: comenzó la campaña. “Lo mejor para Solá, como hombre justicialista, será atravesar la interna del partido”, subrayó Chiche con tono admonitorio.
El desembarco de Chiche Duhalde en el territorio de un reconocido felipista, como Alak, había generado expectativa. La esposa de Duhalde se presentaría en La Plata para inaugurar un local en pleno centro de la ciudad, a dos cuadras de plaza Italia. Al final, los hechos confirmaron la trascendencia del encuentro: Chiche fustigó varias veces a Solá, criticó la gestión de Alak como intendente aunque sin nombrarlo y recordó que “la mujer del Presidente” no votó los superpoderes para el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Todo condimentado con el elogio repetido de la lealtad, uno de los valores supremos de la tradición peronista.
Tras llegar al escenario del acto, Chiche se dirigió al primer piso para dar una conferencia de prensa. Su diálogo con los periodistas comenzó con una referencia a los problemas en la Legislatura. Allí admitió que la pelea por el presupuesto había “perjudicado las negociaciones a nivel nacional”. En ese sentido, responsabilizó del hecho al “veto del gobernador” y disculpó a los legisladores duhaldistas. “Es un problema que se va a resolver dentro de poco tiempo”, prometió. Luego se preocupó por rebatir el principal argumento de Solá sobre los costos de modificar el presupuesto y recortarle poderes. “La gobernabilidad está garantizada, los poderes funcionan a pleno”, contestó. A su alrededor la observaban unos cuantos miembros de la Legislatura, en una obvia demostración de fuerza.
El local estaba lleno por dirigentes de la zona, como el concejal Pablo Bruera, a quien quieren posicionar como rival de Alak, y el diputado Alfredo Atanasof, acérrimo enemigo del intendente. De los lugartenientes de Duhalde sólo estaba Carlos Caterbetti. También se lo vio a Carlos Brown, uno de los pocos duhaldistas que tras irse del partido fue nuevamente acogido en el PJ bonaerense. Algunos ausentes enviaron adhesiones. Quienes les prestaron atención volvieron a sorprenderse ante la cambiante realidad del PJ: el intendente de Merlo, Raúl Othacehé, estaba entre los nombrados. Othacehé participó del lanzamiento del felipismo en Costa Salguero. Luego se arrepintió y volvió al duhaldismo.
Si en lo institucional se mostró moderada, Chiche adoptó un tono muy distinto para hablar de los temas partidarios. Allí defendió la importancia de las “estructuras políticas”, negó que exista un “aparato bonaerense” y conminó al gobernador para que convoque a internas y compita por dentro del PJ. “No sé cuál es la idea de Felipe Solá. Lo que esperamos es que podamos competir en internas. Lo mejor para él, como hombre peronista, sería atravesar la interna justicialista”, dijo. Entonces le preguntaron por la posibilidad de que Solá se presentara directamente en las elecciones del 23 de octubre, por fuera del justicialismo:
–No sé qué puede hacer, porque Felipe Solá es sorprendente. Es un hombre que cambia permanentemente de opinión –ironizó.
Fue la referencia más áspera que le dedicó al gobernador. Tampoco fue casual, porque ayer Solá se reunió con los radicales del grupo Olavarría, quienes acusan a Leopoldo Moreau y Federico Storani de ser funcionales al duhaldismo. En esa recorrida por Olavarría, Solá sugirió que podría presentarse por fuera del PJ si los duhaldistas modifican la ley de internas abiertas y simultáneas que rige en la provincia (ver página 7). Flanqueada por la incondicional ex ministra Nélida “Chichí” Doga, la esposa de Duhalde envió mensajes al kirchnerismo. “Si la nueva política es el piquetero D’Elía, yo quiero ser la vieja política”, cargó. Le habían preguntado por la dicotomía entre vieja y nueva política, un argumento que Solá suele usar para cargar al duhaldismo. Pero la estocada más sugestiva fue la que le dedicó a Cristina Kirch-
ner. Cuando defendía la decisión de no votar las facultades especiales de Solá recordó que “la esposa del Presidente” no había votado los superpoderes del Ejecutivo.