EL PAíS › UNA ENCUESTA MUESTRA UNA PESIMA IMAGEN DE DUHALDE Y SU GESTION
Zamora arriba, gobierno al subsuelo
Mayorías abrumadoras tienen imagen negativa del gobierno, lo ven débil y no creen que Lavagna arregle nada. Por primera vez, Zamora encabeza la buena percepción.
Casi el 85 por ciento de los habitantes de la Capital Federal y el Conurbano tienen una imagen negativa del Gobierno Nacional, un índice que supera la ya alta evaluación negativa de la gestión bonaerense (78 por ciento) y porteña (55,9 por ciento). En sintonía con estos datos se ubica la imagen personal de Eduardo Duhalde: apenas 12 por ciento de positiva contra casi 70 por ciento de evaluación negativa. El sondeo lo ubica al final de una tabla que, al igual que la que mide intención de voto a Presidente, por primera vez encabeza el diputado Luis Zamora.
Equis, la consultora que dirige Artemio López, encuestó a 960 personas en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires entre el 28 de abril y el 4 de mayo. El margen de error de la muestra es de 3,2 por ciento.
Uno de los datos más impactantes es la evaluación de la gestión de Duhalde, que hace apenas cuatro meses asumió la Presidencia. El 84,1 por ciento tiene una imagen negativa de su Gobierno, el 9,7 regular y apenas el 3,4 positiva.
La evaluación sobre la forma en que resolvió la última crisis de gestión no lo ayuda. El 38,1 por ciento cree que la designación de Roberto Lavagna al frente de Economía empeorará la situación, el 38,8 cree que quedará igual y sólo el 11 por ciento considera que mejorará. El 67,7 por ciento opina que el Gobierno quedó más debil que antes. En cuanto a la posible salida, el 22,8 por ciento cree que el actor con más poder para resolver la crisis argentina es el FMI, el 11,7 mencionó a los bancos y el 10,9 a las empresas. Los gobernadores fueron mencionados por el 9,1 y el “pueblo” por el 8,9 por ciento.
La gestión de Felipe Solá en Buenos Aires tiene una imagen levemente superior a la del Gobierno Nacional: 78,8 por ciento de negativa, 11,5 de regular y 4,7 de positiva. En la Capital, el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, genera 55,9 por ciento de opinión negativa, 16,1 por ciento de opinión regular y 8 por ciento de positiva, mientras que un 20 por ciento contestó que no tenía una idea clara.
La evaluación, mayoritariamente negativa, de los tres gobiernos más importantes del país se entiende mejor si se observa la aparición de “la clase política” como el tercer problema más grave de la Argentina, algo que señaló el 30,2 por ciento de los consultados. En cuanto a importancia, sólo supera al problema de los políticos el drama de la desocupación (46,6 por ciento) y la economía (39,2). En el cuarto lugar se ubica pobreza, y después la inseguridad, la educación, la salud y la corrupción.
Otra de las novedades es la ubicación de Zamora en los topes de las tablas de imagen e intención de voto para Presidente. El diputado de Autodeterminación y Libertad, que en las últimas elecciones obtuvo el 10 por ciento de los votos, tiene 35,9 por ciento de imagen positiva y un 32,2 de negativa, y es el único con un diferencial (la resta entre las dos imágenes) positivo.
Los dos dirigentes peronistas mejor ubicados son Néstor Kirchner (21,1 de imagen positiva y 26,8 por ciento de negativa) y Carlos Reutemann (26,5 de positiva y 32,7 de negativa). La líder del ARI, Elisa Carrió, es la segunda después de Zamora en cuanto a imagen positiva (30,7), pero acumula un 37,4 de opinión en contra, por lo que el diferencial termina negativo: –6,7.
El Presidente –12 por ciento de imagen positiva y 68,9 de negativa– aparece en octavo lugar, superando sólo a Raúl Alfonsín y al canciller silencioso, Carlos Ruckauf: luego de encabezar los rankings durante años, hoy figura último en la lista.
La intención de voto a Presidente respeta a grandes rasgos estos datos. La encabeza Zamora con el 13,5 por ciento, seguido por Carrió (12,7), Reutemann (8,2), el puntano Adolfo Rodríguez Saá (con el 6,3 por ciento, últimamente ha trepado varias posiciones), Kirchner (6,3 por ciento) y el empresario Mauricio Macri (5,8). Duhalde aparece lejos, con el 1,3 por ciento, debajo de Carlos Menem (2,7) y de personajes como Mohamed Alí Seineldín (3,9) o Aldo Rico (4,1). Aunque la diferencia a favor de Zamora y Carrió es amplia, la encuesta se realizó con un cuestionario abierto y no con escenarios prefijados. Por eso conviene tener en cuenta que todos los candidatos que le siguen a la chaqueña –Reutemann, Rodríguez Saá y Kirchner– pertenecen al PJ: el voto podría unificarse.
El última dato importante tiene que ver con la crisis de legitimidad y la falta de opciones. Si se suman los casos de ciudadanos que manifestaron su voluntad de impugnar el voto a aquellos que dijeron que votarán en blanco o no irán, se llega a un peligroso 14 por ciento. Esto implica que el famoso voto bronca figura al tope de la tabla, superando por medio punto la intención de voto de Carrió.