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El comisario retirado Miguel Angel Chaile, uno de los agresores del periodista Daniel Malnatti, fue detenido ayer. El hombre, miembro durante la última dictadura del plantel estable de la Jefatura Central de la Policía de Tucumán, donde funcionó un centro clandestino de detención, había querido borrar las amenazas de muerte y los golpes propinados antes de una conferencia de prensa del ex presidente Carlos Menem con una disculpa. La fiscal tucumana Teresa Marnero entendió –como la víctima– que no era suficiente, inició una investigación de oficio y arrestó al represor. Ahora intenta identificar a otro hombre, el que portaba al arma y le advirtió al cronista: “te voy a cepillar”.
La detención de Chaile se realizó después del mediodía en una vivienda de San Miguel de Tucumán, luego de que el juez penal Juan Carlos Tártalo accediera al pedido de la fiscal. Por la tarde, el hombre fue trasladado a los tribunales para ser indagado pero se negó a declarar y quedó alojado en la Brigada de Investigaciones de la provincia. La causa fue caratulada como “lesiones, amenaza de muerte con arma de fuego y privación ilegítima de la libertad”.
El detenido es, según reconoció ante Malnatti –la escena se vio el lunes en “Caiga Quien Caiga”– uno de los hombres que empujó al periodista a un ascensor y lo amenazó de muerte mientras cubría un acto del ex presidente Carlos Menem en Tucumán. Marnero, que utilizó videos y fotografías que tomaron los medios de comunicación y el sistema de seguridad del hotel donde ocurrió el hecho, intenta ahora establecer la identidad del portador del revólver. “Ahora te voy a cepillar, te voy a matar, vos no te vas a hacer más el vivo”, fue lo que éste le dijo al cronista de “CQC”. La fiscal tomó declaraciones a empleados y a la gerente del Grand Hotel Tucumán y espera el testimonio de Malnatti, quien aún no hizo formalmente la denuncia.
Chaile no es un recién iniciado en golpes y amenazas. Figura en un legajo de la Conadep (Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas) y en el informe de la comisión bicameral que investigó las violaciones a los derechos humanos en Tucumán. Allí aparece como parte del plantel del campo de concentración de la Jefatura Central de Policía, que era visitado con regularidad por el dictador Antonio Bussi. En ese entonces era un oficial ayudante, pero su relación con su máximo jefe continuó y entre 1995 y 1999 –cuando se retiró– fue el jefe de la Infantería de la Policía tucumana de Bussi. Según se recordó en los medios locales, desde ese puesto Chaile comandó numerosas represiones a manifestaciones y marchas de empleados provinciales y municipales. Entre muchos otros actos, el ex comisario ejecutó las órdenes de Bussi de desalojar las carpas de protesta en la plaza Independencia, y recurrió con frecuencia al uso de gases lacrimógenos, bastonazos, balas de goma, y cargas de la caballería. Idéntica actitud adoptó en estadios de fútbol, incluso cuando no hubo incidentes.
Juan Jesús Soria, uno de los organizadores de los actos del viernes pasado en Tucumán, confirmó que Chaile se desempeñó –”ad honorem” según dijo– al frente de la custodia asignada a Menem por la Mesa Promotora Menem 2003. El hecho también fue admitido por María Jesús Rivero, otra de las anfitrionas del ex presidente, quien aseguró que se contrató a la agencia de seguridad Elite, aunque la firma sostiene que sólo le prestó servicios al hotel.
A pesar de que no pudo negar la vinculación del represor con la “seguridad” de la conferencia de prensa, Soria intentó despegarse del episodio. “Chaile no fue contratado especialmente, él colabora en forma solidaria y desde siempre en estas actividades, pese a que no es miembro de la mesa (‘Menem Presidente 2003’). El es el responsable de la seguridad de nuestros actos, como cuando vino Cecilia Bolocco el año pasado”, afirmó. El sindicalista agregó que “todo lo que Chaile hizo fue bajo la coordinación de la gente que trajo el ex presidente desde la Capital Federal y desde La Rioja”. Para terminar, hasta trató de desmentir laagresión: “se magnificó algún malentendido” pero no sucedió nada “del tenor de lo que se comenta”, dijo. Por su parte, Menem pidió disculpas a los periodistas de “CQC”, precisó que tiene su custodia personal de la Policía Federal y añadió: “los que se agregan por parte de los organizadores de los actos (locales) son otra cosa”.