EL PAíS
Más de 70.000 inscriptos que no podrán cobrar el nuevo subsidio
El 17 por ciento de los inscriptos en la provincia no podrá cobrar por ahora. Los motivos: doble beneficio o falta de datos.
En la provincia de Buenos Aires 70 mil personas quedaron fuera de la primera etapa del Plan para Jefes y Jefas de Hogar Desocupados, es decir que no cobrarán el subsidio porque sus solicitudes fueron observadas o directamente denegadas. La cifra implica que 17 de cada cien pedidos de subsidios bonaerenses fueron rechazados. El ministro de Trabajo de la provincia, Mariano West, dijo a Página/12 que de esas 70 mil inscripciones a las que no se hizo lugar, “50 mil son casos de irregularidades administrativas y 20 mil personas que no reunían los requisitos” para el programa Jefes de Hogar. Los desocupados que cobrarán este mes en Buenos Aires serán más de 450 mil. Es muy probable que les paguen en Lecops.
El Gobierno ya decidió implementar un cronograma de pagos escalonado. La intención es abonar los subsidios a lo largo de diez días, a partir del 17 de mayo, cuando lo percibirían aquellos beneficiarios cuyos documentos terminan en los dos primeros números. El fraccionamiento se pensó como una manera de evitar tumultos en la puerta de los bancos. Si bien en los ministerios de Economía y de Trabajo sostienen que la partida de fondos para el pago de los planes “ya está asegurada”, ayer otros funcionarios nacionales hablaban del escalonamiento como un recurso “para ganar tiempo y recaudar el dinero necesario”.
Entre las solicitudes denegadas hay dos categorías: la de los rechazados definitivamente y la de los observados. En el primer grupo están aquellos desocupados que ya perciben algún tipo de beneficio, como los que cobran otro plan o tuvieron aportes previsionales en los últimos seis meses.
Las observaciones, en cambio, se refieren a solicitudes que serán revisadas y eventualmente enmendadas: casos de documentación incompleta (planillas sin número de CUIL, por ejemplo) o errores administrativos (como datos mal tomados o de tipeo). En estos casos, los observados tendrán que volver a su municipalidad para corregir, rehacer o completar el trámite.
Hasta ayer, los municipios del Conurbano sólo estaban recibiendo algunos listados con observaciones, pero no todavía la nómina de rechazados. Es decir que si todo sigue al ritmo actual, la mayoría de la gente que se inscribió en el plan y quedó afuera va a enterarse de su situación la semana que viene, cuando no pueda cobrar.
Movidas por la desconfianza, en el Gran Buenos Aires algunas organizaciones piqueteras ya empezaron a planificar marchas y movilizaciones de reclamo. Raúl Castells (Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados) organiza una jornada de reclamo frente a los supermercados y a los bancos para el viernes 17. “En caso de que el Gobierno pague, sólo se hará el pedido de comida”, dijo el dirigente a Página/12. El Bloque Nacional Piquetero se movilizará el 14, día del paro convocado por la CGT Rebelde de Hugo Moyano, y tomará al Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados entre sus consignas.
El ministro de Trabajo bonaerense aseguró, sin embargo, que el pago de los planes se realizará a término. Sostuvo además que los desocupados cuyas planillas fueron observadas cobrarán una vez realizadas las correcciones. “El objetivo es que una vez finalizado el cronograma de pago de 10 días puedan percibir el subsidio quienes hayan subsanado sus observaciones.” Para West, “la clave del Plan es la utilización de los subsidios en emprendimientos que ayuden a la reactivación”.
En esa línea se movieron también ayer los intendentes de la Federación Argentina de Municipios (FAM) en su reunión con Eduardo Duhalde. Los jefes comunales de la FAM, que agrupa a unas 1900 comunas de todo el país, plantearon en la Casa Rosada la posibilidad de utilizar los planes de empleo para que los beneficiarios planten árboles en las ciudades y realicen pequeñas obras públicas.
Como propuesta de máxima, los intendentes hablaron de un plan para la construcción de 100 mil viviendas. Como contrapartida prometieronacompañar la reforma política impulsada por la administración nacional con “la reducción de los gastos burocráticos de los municipios”.
Algunas organizaciones de desocupados vienen utilizando los planes de empleo con resultados eficientes y solidarios. En Solano, el Movimiento de Trabajadores Aníbal Verón tiene en funcionamiento una panadería para consumo propio y para la venta al público a un precio que ningún gobierno ha logrado hasta ahora: 50 centavos el kilo de pan. En Lanús, montaron una fábrica de ladrillos y levantaron edificios de uso común. Todas las organizaciones están financiando además con los planes sus comedores populares. Junto con la tema de a cuántos se pagará el Jefes de Hogar, cuándo y con qué, el destino de los planes va a ser parte de la puja entre los partidos y las organizaciones piqueteras.