EL PAíS › EL FMI SE METE DONDE NO DEBE, DIJO LAVAGNA
Cada cual según su capacidad
Durante un discurso pronunciado frente al Comité de Desarrollo del FMI, Roberto Lavagna criticó duramente a los organismos financieros internacionales. Acusó al FMI de inmiscuirse “cada vez más en áreas que están claramente fuera de su mandato y experiencia”, como las llamadas “reformas estructurales” y lo responsabilizó por promover, en contradicción con el espíritu de su creación, políticas procíclicas que estuvieron en la base de la decadencia de la economía argentina durante los últimos 30 años. Al Banco Mundial y a los integrantes del G-7 les señaló la “grave contradicción” de asignar “30 mil millones de dólares anuales a programas de ayuda asistencial”, mientras se mantienen 300 mil millones en subsidios agrícolas que están entre las causas “de esa pobreza que se pretende combatir”.
En pocas palabras, Lavagna les dijo a los técnicos y funcionarios del Fondo que lo escuchaban, que el FMI se mete en temas que no le corresponden y para los que no está capacitado.
El ministro enumeró que “uno de los propósitos más importantes del FMI es promover la cooperación internacional en las dimensiones monetarias, fiscales y financieras”. En cambio, “escapa a su competencia y atribuciones la creciente irrupción en áreas de transformaciones estructurales como las de privatizaciones, mercado laboral, reformas judiciales y legales y gobernabilidad corporativa”, sostuvo.
Adicionalmente, Lavagna criticó “el abandono de la orientación contracíclica” que estuvo en la esencia misma de la creación del organismo. Por el contrario, y como lo demuestra “el agravamiento de la problemática social argentina de los últimos 30 años”, la injerencia del Fondo “se ha convertido en años recientes en una intensa acción procíclica”.
El titular del Palacio de Hacienda también culpó al FMI por el deterioro de la economía argentina en los últimos 30 años. “Durante ese período suscribimos 19 acuerdos con el FMI”, recordó. Y si bien existe una “indudable responsabilidad de los sucesivos gobiernos, debe agregarse la del FMI que, a través de las condicionalidades, compartió el diseño de las políticas y su implementación, realizada también con su supervisión y evaluación”, describió.
Sobre el rol del Banco Mundial Lavagna sostuvo que “Argentina comparte totalmente” los objetivos de erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenido de los países. Sin embargo, destacó que el principal factor que permite la reducción de la pobreza es, precisamente, el desarrollo sostenible. En este camino resulta “fundamental” la “optimización del gasto público y la disminución de los niveles de concentración del ingreso agravado durante los últimos 30 años”, pero también “la eliminación de las barreras al comercio internacional” que impiden a los países menos desarrollados comercializar libremente sus productos.
Lavagna agregó que “aparece como una grave contradicción asignar 30 mil millones de dólares anuales a programas de ayuda asistencial para atender las manifestaciones más graves de la pobreza y mantener subsidios agrícolas por más de 300 mil millones en el mismo período, que son parte de las causas de esa pobreza que se pretende combatir”, concluyó.