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“La región necesita sincerarse a fondo con la realidad. No se puede seguir mirando con la nuca lo que está sucediendo a nuestro lado”, dijo el presidente Néstor Kirchner ante un centenar de dirigentes de Partidos Políticos de América latina y el Caribe (Copppal) que recibió en Casa de Gobierno. La referencia sonó a reproche a las diferencias, que en política exterior, mantienen los gobiernos de Argentina y Brasil. Para que no quedaran dudas, Kirchner fue aún más explícito: “Hoy los países como los nuestros, subdesarrollados, golpeados, con problemas de indigencia, pobreza, desempleo y endeudamiento tienen que tener un discurso claro y para nada temeroso de los organismos multilaterales de crédito, y aquellos que globalmente conducen y refinancian el mundo”. Esta pareció ser la única respuesta oficial al presidente brasilero, Lula Da Silva, quien afirmó en Tokio que “tenemos que tener paciencia para bancar a los argentinos”.