EL PAíS › UNA FOTO DE ALFONSIN DESATO UN MINIESCANDALO EN EL CONGRESO
No será una servilleta pero parece
El ex presidente fue inmortalizado con un papel que sugería cajonear un acuerdo. Reacciones cruzadas de Yoma, Brandoni y Alfonsín.
Por Eduardo Tagliaferro
Por debajo de su corbata a lunares y entre sus dedos, podía verse un simple papel blanco en el que se destacaba un apellido: Antelo. Escrito en mayúscula e imprenta sobresalía del resto del mensaje que promediando la sesión de anteayer en el Senado, Raúl Alfonsín leía con cierto esfuerzo. Lo que aparecía escrito en cursiva era tan lacónico como claro: “Juez que hay que cajonear”. En épocas de bonanza del menemismo, según denunciara Domingo Cavallo, el ex ministro del Interior de Menem, Carlos Corach, habría anotado cómo controlaba a los 12 jueces federales porteños. Ahora en tiempos de malaria, todo está devaluado: un papelito, un nombre.
La fotografía de Carlos Barría, publicada en La Nación, no dejaba lugar a dudas. La misiva que alguno de sus asesores le había acercado al veterano senador radical insinuaba mucho más de lo que mostraba. Sugería la existencia de arreglos, de toma y daca a la hora de dar el consentimiento a los jueces nombrados por el Consejo de la Magistratura.
“Es un papelón”, fue la respuesta que el riojano Jorge Yoma le dio a Página/12 al calificar la actitud del ex presidente radical. Incluso no dudo en afirmar que “era mucho más grave que la servilleta de Corach porque nunca se probó que ésta existiera y en cambio ahora todo está en la foto”. A modo de chiste, ayer en gobierno se aseguraba que Alfonsín lo había llamado a Corach para decirle cuánto lo enviaba por haber esfumado en el aire la legendaria servilleta. Para Yoma, “esa práctica era común antes de la existencia del Consejo de la Magistratura ya que el nombramiento de los jueces era netamente político”. A pesar de su enojo, el riojano no aventuró si el hecho podría ser motivo de una sanción disciplinaria por parte del Senado. “No sé sí da para tanto”, concluyó. Lo cierto es que para muchos legisladores, Alfonsín habría desbaratado esa posibilidad al disculparse formalmente con el titular de la comisión de acuerdos de la Cámara alta, el entrerriano Jorge Busti.
“Sirva la presente para dejar en claro, sin cortapisas, mi posición al respecto favorable a su designación”, escribió Alfonsín hablando de Antelo, en la nota que le envió a Busti, después de conocida la foto. Por cierto que aclaró que su voto favorable se desprendía del conocimiento del currículum de Guillermo Alberto Antelo. El pliego espera la aprobación del Senado y forma parte de la terna elevada al Presidente por el Consejo de la Magistratura el pasado 24 de abril.
Actualmente secretario letrado de la Corte Suprema, Antelo se presentó a concurso para integrar la Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal. Integra la terna junto a Pablo Damián Heredia, secretario letrado de otro ministro de la Corte: Augusto Belluscio, y a Hernán Marcó. Este abogado egresado de la Universidad de Buenos Aires en agosto del ‘82 ingresó a la justicia en 1991 como prosecretario de la Corte. Al año siguiente ya ocupaba el actual cargo de secretario letrado. En su paso por la actividad privada, Antelo destacó haber sido abogado senior interno de la petrolera Shell entre los años 1988 y 1991. También se desempeñó en la Cámara de la Industria del Petróleo y en el comité de legislación general de la UIA. El pliego de este abogado de 46 años seguramente será respaldado el próximo miércoles en la comisión de acuerdos del Senado. Busti, su titular, señaló expresamente a los empleados de la comisión que el tema no debe quedar afuera de la agenda de la próxima reunión. El objetivo es demostrar que no hay nada personal, ni ninguna trenza política que lo tenga a Antelo como pieza de cambio.
Por lo pronto Alfonsín tendrá que explicar el tema del papelito ante la justicia federal. Allí hay dos denuncias que lo involucran. Una del fiscal federal Pablo Lanusse y otra del abogado Juan María Aberg Cobo. Para el fiscal “acciones como estas, `cajonear’ el pliego de un candidato a juez... dejan en el ambiente un tufillo a podrido que es necesario disipar”. En defensa de Alfonsín, el ex diputado Luis Brandoni rechazó que el escándalo pudiera asemejarse al de Corach y su servilleta, y se preguntó, sin responderlo, “si es lo mismo que el manejo de los jueces que hizo el gobierno de Menem durante todos estos años pasándoles 10 mil dólares en efectivo y en negro, que salían de la SIDE”. Para Brandoni, quienes resaltan el hecho es “porque quieren poner a todos en la misma bolsa”. A veces es difícil diferenciar en la bolsa de gatos que suele ser el Congreso.