EL PAíS › PESE A LAS PROMESAS, LAS NEGOCIACIONES VAN RUMBO AL FRACASO
El debate por el frente de izquierda
En estas entrevistas, Vilma Ripoll, candidata de Izquierda Unida, y Jorge Altamira, candidato del Partido Obrero, explican por qué no se ponen de acuerdo.
VILMA RIPOLL, DE IZQUIERDA UNIDA
“Tienen una postura sectaria”
Por Miguel Jonquera
Vilma Ripoll volverá a ser candidata a diputada de Izquierda Unida en la provincia de Buenos Aires. Militante sindical del Movimiento Socialista de los Trabajadores, Ripoll regresó a su trabajo de enfermera después de dejar su banca en la Legislatura, cuyo mandato compartió con sus socios del PC en la alianza izquierdista. Una solución que propone como alternativa para avanzar en la conformación de un frente de izquierda sin pelearse por las candidaturas. Insiste en la elaboración de un programa común y acusa de “sectario” al Partido Obrero.
–¿Se va a ampliar Izquierda Unida para las elecciones de octubre?
–Pretendemos ampliar un frente electoral alrededor de un programa que es el mismo que ha defendido históricamente la izquierda: el no pago de la deuda externa, para que ese dinero se transforme en trabajo genuino; la ruptura con el FMI y sus condicionamientos, la reestatización de las empresas privatizadas; el tema de esta Justicia que castiga a los pobres y es condescendiente con los ricos, generando aún más impunidad; terminar con la persecución del Gobierno a los luchadores sociales. Pero además los candidatos de este frente tienen que reflejar una historia de lucha en defensa de los puntos de este programa. También debemos ampliar esa unidad hacia los sectores del peronismo que rompen con el PJ, que es una realidad que cruza el país, que tal vez hoy significa sólo que no los voten pero que han hecho importantes experiencias de unidad con la izquierda en la lucha sindical y en las organizaciones de desocupados.
–Están el programa y el perfil de los candidatos, ¿pero con quiénes están dialogando para ampliar el frente electoral?
–Estamos en conversación con el Partido Socialista de la provincia, con Mario Cafiero y otros referentes. También conversamos con el Partido Obrero, que ha asumido una postura sectaria: impugna a los candidatos de diferentes fuerzas políticas en vez de discutir si nos ponemos de acuerdo en el programa o si entre todos logramos un programa superador. Claro que hablamos de izquierda y no de centroizquierda, porque esa experiencia ya la pasamos con la Alianza y todos sabemos cómo terminó. Nadie del centroizquierda aprobaría este programa porque no están dispuestos a tocar los temas de fondo.
–¿Lo difícil entonces no es acordar el programa sino los candidatos?
–Desde IU dimos un ejemplo. Cuando no hay muchos puestos expectantes pero sí muchos candidatos, podemos poner en marchas mecanismos democráticos como el de compartir las bancas. Como lo hicimos con la mía en la Legislatura, entonces para cada puesto hay dos candidatos. Nosotros lo encontramos como una forma de encaminar la unidad sin pelearnos por las candidaturas.
–De acuerdo con las encuestas, en Capital Federal se haría muy difícil que en forma separada cualquiera de las fuerzas de izquierda alcanzara una representación parlamentaria a nivel nacional.
–Tenemos un desafío desde la izquierda, que es crecer formando un frente electoral o algo más: un movimiento en el que ninguno pierda su identidad, pero que se convierta en alternativa de poder. La exigencia que nos hace la gente en la calle es que nos unamos, que no puede ser que haya otra elección con doce o trece partidos o grupos de izquierda. Por supuesto que debilita, así como la representación parlamentaria ayuda, como lo demostró la pelea que dio en la Legislatura porteña el interbloque de izquierda, pero no nos cierra las puertas para forjar esa unidad al calor de las luchas. Donde más cuesta la unidad es en el terreno político, por eso es un desafío mayor.
–¿En estas elecciones el adversario es el Gobierno o la derecha?
–La derecha y el PJ de Kirchner y Duhalde o el PJ de Kirchner o Duhalde. De todas maneras caer en esa disyuntiva es una opción peligrosa. Pasó en la votación a Ibarra para que no asumiera Macri, pero en definitiva terminaron acordando todo entre ellos. Es la fórmula que ahora aplica el Gobierno: votame a mí para que no gane la derecha, que hasta ahora les ha dado resultados. Tienen distintos estilos, es verdad, pero en lo esencial del plan económico acuerdan de la misma forma. La teoría del mal menor es una opción peligrosa.
JORGE ALTAMIRA, DEL PARTIDO OBRERO
“No al frente ideológico”
Por M. J.
Jorge Altamira es el líder histórico del Partido Obrero y también volverá a encabezar la boleta partidaria de diputados nacionales por la ciudad de Buenos Aires, como lo ha hecho en las mayoría de las elecciones desde el regreso de la democracia. Asegura que están en una “campaña furiosa” por la construcción de un frente de izquierda y que su propuesta no es sectaria. También descartó un frente con los partidos de origen trotskista porque no quiere un frente ideológico.
–¿Otra vez será candidato a diputado?
–En realidad es que siempre estamos en la lucha y, en este caso, otra vez como candidato. No por ninguna otra razón.
–El último congreso partidario también dejó abierta la posibilidad de conformar un frente de izquierda, aunque con algunos condicionamientos.
–Nosotros estamos en una campaña furiosa por el frente de izquierda, es nuestra línea central de acción. Pero nosotros no ponemos ningún condicionamiento. Decimos que tiene que ser un frente de izquierda.
–¿Cuáles serían los componentes de ese frente de izquierda?
–Todos los partidos de izquierda y los movimientos de lucha, que además han participado en los últimos diez años en las diferentes luchas que hemos protagonizado o hemos apoyado. Pensamos que tenemos que reagruparnos no por una afinidad ideológica sino para potenciar nuestra calidad de oposición a un gobierno de características capitalistas.
–¿Cuáles serían esos actores sociales?
–El movimiento piquetero, las tendencias sindicales que protagonizan las luchas actuales, el movimiento estudiantil, los partidos que han luchado contra el indulto y las llamadas leyes de perdón, los que piden que se castigue la masacre del Puente Pueyrredón, los que firmaron las convocatorias a los actos públicos del 24 de marzo y el 1° de mayo.
–¿Y los partidos políticos?
–Izquierda Unida, los partidos de izquierda que están a la izquierda de Izquierda Unida. Los mismos partidos que han participado de esta lucha. Nosotros no queremos un frente con aliancistas.
–¿Quienes por ejemplo?
–El Partido Socialista ha pertenecido a la Alianza que llevó a De la Rúa al gobierno. Nosotros no condicionamos nada porque no hace falta decir que queremos un frente de izquierda sin López Murphy, sin Patti, sin Rico, sin Kirchner ni Alberto Fernández, para llegar a definir la izquierda.
–Pero usted también nombró en otras oportunidades a potenciales aliados de un frente electoral de izquierda.
–Esos no han participado nunca en la lucha popular de todo este movimiento ni lo expresan ideológicamente. Nosotros no vamos a llevar como candidatos a los enemigos del derecho al aborto como Mario Cafiero. Que algunas personas a las que se les vence el mandato como legislador y no tienen el espacio político para renovarlo pretendan transformarse en portavoces de la izquierda no me parece correcto.
–En IU plantearon que su propuesta es sectaria.
–La propuesta de ellos también. No aceptaron a Margarita Stolbizer por ejemplo. Una vez que ponemos un límite, todos somos sectarios, en una mala definición de lo que es el sectarismo.
–Separados van a tener dificultad para alcanzar una banca.
–Las encuestas le asignan a la izquierda un 20 por ciento de los votos en Capital. No tenemos un problema electoral. Tal cual somos, unidos, resolvemos el problema con un frente de izquierda. Nadie nos puede decir que a nosotros nos falta cinco guitas para el mango y nos negamos a aceptar las cinco guitas que nos faltan. No es cierto.
–Otros partidos como el PTS y el MAS aseguran que le han hecho la propuesta de un frente electoral pero que no han tenido respuesta.
–Respondimos. Nosotros no queremos un frente ideológico, queremos darle una respuesta política a un movimiento popular que lucha contra el Gobierno. El problema del PTS de juntar dos trotskistas puede ser muy importante para el PTS pero no para nosotros.