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Así como el jueves criticó a Carlos Menem en su propio pago, ayer en Neuquén el presidente Néstor Kirchner no desaprovechó la oportunidad para lanzar una estocada al gobernador Jorge Sobisch. “Yo pregunto si todos los neuquinos saben lo que pasó con sus regalías mal liquidadas cuando las cobraron, que fueron casi mil millones, pues nadie se ocupa de averiguar”, afirmó el Presidente en un acto en el que anunció obras públicas por 465 millones de pesos. “Sería muy importante que el gobernador, al que yo voy a ayudar, también le rinda cuentas a su pueblo”, disparó en dirección a Sobisch, que no participó del acto y le respondió que “nunca fue un misterio para nadie, salvo para el Presidente” el destino de esos fondos.
El Presidente llegó ayer a Zapala, acompañado por los ministros de Interior, Aníbal Fernández; de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y de Planeamiento, Julio De Vido, además del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, neuquino él, y responsable del armado electoral en la provincia, que incluye al PJ, a la UCR, al Frente Grande y a Patria Libre. Los recibió el propio Sobisch, quien desde el Movimiento Popular Neuquino se perfila para las elecciones presidenciales de 2007. El encuentro fue frío como el clima. Antes de la reunión, Sobisch explicó que no participaba del acto porque “se podía llegar a tornar en una disputa de quién traía más gente y no mezclamos actos oficiales con actos de campaña como lo hace Kirchner”. También denunció que recibió menos fondos de los comprometidos y que “algunas de las obras que se anuncian ya se han realizado”. Kirchner respondió: “Lo conozco desde hace años, siempre me trajo reclamos desde cuando era colega gobernador, así que no me extraña”. Al llegar al acto, el Presidente se metió en una carpa donde dialogó con representantes de la comunidad indígena, que le regalaron un poncho. También se reunió con los padres y el hermano de Teresa Rodríguez, asesinada en 1997 en Cutral-Có. En el Club de Tiro Federal volvió a elogiar a un sector de la Iglesia: “Estamos en esta tierra neuquina donde otro obispo patriota, Jaime de Nevares, marcaba el rumbo de acompañar a su pueblo, como lo hacía Enrique Angelelli”, sostuvo frente a militantes de Patria Libre, el Frente Grande y piqueteros de Barrios de Pie. También volvió a criticar al diario La Nación: “Ayer defendían a (Fernando) De la Rúa y hoy a (Ricardo) López Murphy”. “No es casualidad que (Claudio) Escribano, el vicedirector, dijo que yo iba a durar seis meses”, señaló y lo acusó de “estar abrazado a cuanta dictadura de turno hubo”.

Informe: Werner Pertot.