EL PAíS
Bielsa renunció a su banca y será embajador en Francia
El mismo día en que debía jurar como diputado, el ex canciller anunció que irá a París como embajador. En la campaña había asegurado que no renunciaría. En el Gobierno lo justificaron.
Por Fernando Cibeira
Pese a que era una posibilidad que había descartado expresamente durante la campaña, el ex canciller y primer candidato a diputado del oficialismo en la Capital, Rafael Bielsa, anunció ayer que renunciaba a la banca y aceptaba el ofrecimiento que le había hecho el presidente Néstor Kirchner para ocupar la Embajada Argentina en Francia, uno de los destinos más cotizados en el ambiente diplomático. Bielsa sostuvo que la decisión le había resultado “muy difícil” pero que la asumía como “un aporte militante”. De tan sorpresiva, la movida no era conocida por la Cancillería ni por el nuevo presidente de la Cámara, Alberto Balestrini, ni tampoco por el actor Claudio Morgado, quien ayer temprano se enteró de que será diputado en lugar de Bielsa. En la Casa Rosada justificaron la decisión en “una razón de Estado”, motivada por la necesidad de mejorar rápidamente la relación bilateral con Francia.
El ex canciller contó que Kir- chner le hizo el ofrecimiento el jueves pasado, luego de la ceremonia de jura de los nuevos ministros. “El Presidente me sorprendió cuando me dijo que me necesitaba en Francia y por muchas razones fue una de las decisiones más difíciles de mi vida”, sostuvo ayer Bielsa. De acuerdo con su relato, el ofrecimiento lo dejó confundido. Desde la Casa Rosada caminó hasta su casa –en Palermo, unas cien cuadras– y durante el trayecto fue consultando a la gente que lo saludaba qué le parecía que se fuera de embajador a París y no ocupara la banca para la cual había sido elegido. Según el ex canciller, un 80 por ciento de los consultados en la encuesta ad hoc le respondió que era correcto que se fuera si era para el bien del país.
En junio pasado, Bielsa le había contestado al programa Aire Comprimido, de la Rock and Pop: “Doy mi palabra de honor que si la ciudadanía me honra con la elección, yo voy a ser diputado. No cabe siquiera imaginar otra posibilidad. No soy un defraudador”. Ayer, Bielsa explicó que esa respuesta y otras similares que dio durante la campaña se referían a las versiones que circulaban acerca de que seguiría siendo canciller. “Obviamente que no era así”, agregó, en cuanto a que no es más el ministro de Relaciones Exteriores. Bielsa trató de mostrar su resolución como un sacrificio. Puntualizó que dejaba un trabajo seguro por cuatro años, una jubilación y también a sus hijos, que no viajarán con él.
En la Casa Rosada consideraban “pacata” la polémica en torno de la actitud tomada por Bielsa, muy cuestionada por la oposición (ver aparte). “Para Argentina, en la Unión Europea es fundamental tener una buena relación con España y con Francia. Kirchner quiso dar una señal fuerte al gobierno francés al designar allí a quien era su canciller como embajador en París. Además, Bielsa vivió en Francia y es amigo personal del primer ministro, Dominique de Villepin. Es una cuestión de Estado. Frente a esto discutir lo de la banca es una locura”, sostenía anoche un alto funcionario del Gobierno.
La relación con Francia viene empeorando a partir de las protestas de las empresas de capitales galos en el área de servicios, básicamente por el congelamiento de las tarifas. De hecho, las controladoras de Edenor y de Aguas Argentinas ya se fueron del país. Sobre este punto, hubo también un entredicho por unas declaraciones despectivas del embajador francés de Buenos Aires, Francis Lott, sobre el gobierno de Kirchner. Recientemente trascendió que el presidente Jacques Chirac viajará próximamente a Brasil y a Chile y que no pisará Argentina. A partir de esto, se sabía que los días del actual embajador en París, Archibaldo Lanús, estaban contados.
La decisión de colocar en ese cargo a Bielsa la tomó personalmente Kirchner y muy pocos la sabían hasta ayer a la mañana, cuando el ex canciller ofreció una conferencia de prensa junto al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. En Cancillería, el ministerio del cual dependen los embajadores, reconocían que la designación los había sorprendido. El canciller Jorge Taiana fue el segundo de Bielsa y durante esos dos años desarrollaron una relación a menudo conflictiva. Con todo, cerca de Taiana buscaban quitarle importancia a la cuestión. “Ellos siempre que necesitaron acordar, acordaron bien”, respondían.