EL PAíS › LA DENUNCIA CONTRA BRUZZONE Y GARRIGOS DE REBORI
Casanovas se quedó casi solo
Por Susana Viau
El Consejo de la Magistratura desestimó el pedido de juicio político a los camaristas del crimen María Laura Garrigós de Rébori y Gustavo Bruzzone. La denuncia contra los magistrados había sido presentada por el consejero y diputado del PJ Jorge Casanovas, quien la fundó en el grave apartamiento del derecho en que incurrieron ambos magistrados al conceder la libertad a Omar Chabán. Ayer, sin embargo, Casanovas sólo acusó a Bruzzone por su supuesta amistad con el empresario. A diferencia de lo ocurrido la semana pasada, cuando los jueces imputados realizaron su descargo, apenas un pequeño grupo de familiares de víctimas de la tragedia de diciembre pasado asistió a la sesión.
El enjuiciamiento de Bruzzone y Garrigós no fue el único tema en la agenda de la comisión. El otro caso tratado por el cuerpo fue el del juez de instrucción Gabriel Ghirlanda, interviniente en el caso del violador del barrio de Núñez. En los dos, la voz cantante de la acusación la llevó Casanovas. Ducho en los recursos asambleísticos y parlamentarios, el diputado graduó los tiempos: sabía que su colega Marcela Rodríguez debía dirigirse al Congreso para asistir a la ceremonia de renovación de su mandato como legisladora por el ARI y le dio un amplio despliegue a todas las cuestiones. El intento era inútil: con o sin la presencia de Rodríguez en la sala de sesiones, la mayoría de los integrantes de la acusación tenía posición tomada respecto de la necesidad de desestimar el pedido de destitución de dos de las personalidades más respetadas del poder judicial. De todos modos, Casanovas había renunciado a mantener los términos iniciales de su denuncia y optó por sostenerla con un único argumento: el referente a la supuesta amistad entre Bruzzone y Chabán, una vinculación que, a su juicio, se evidenciaba en la actividad de los dos hombres en la revista de arte Ramona y en una propuesta colectiva conocida como Proyecto Venus. Así, María Laura Garrigós quedaba excluida del pedido de jury. A la hora de la votación, la postura sustentada por Casanovas se mostró drásticamente minoritaria: sólo recibió el apoyo de la menemista Lelia Chaya, en tanto se pronunciaron por la negativa Rodríguez, Beinusz Szmukler, Juan Jesús Mínguez y José Pereira Duarte. Jorge Yoma no fue de la partida, dado que está a punto de asumir la titularidad de la embajada argentina en México.
En relación a Ghirlanda, Casanovas pidió que su caso fuera tramitado de oficio. La pretensión fue rechazada por Szmukler y Rodríguez, quienes se negaron a eludir los procedimientos habituales. Casanovas había basado su urgencia en la “grave conmoción social” generada por el asesinato de una mujer y la violación de su hija adolescente, en el barrio de Núñez. Ghirlanda es secretario del juzgado 7 e intervino en la causa como subrogante. De demostrarse su responsabilidad, la sanción consiste en relevarlo de la subrogancia. La intervención de Casanovas en favor de un trámite rápido estuvo teñida de emotividad. Hizo saber a los asistentes que se sentía particularmente involucrado con la tragedia por ser vecino de Núñez y de las víctimas: nació en ese barrio, allí pasó su juventud y allí vive todavía, explicó. La declaración dejó pasmados a los consejeros, ya que Casanovas es diputado por la provincia de Buenos Aires.