EL PAíS
El día en que los duhaldistas no quisieron cantar la marcha
Alberto Balestrini fue electo presidente de la Cámara baja; Patricia Vaca Narvaja, vice; Agustín Rossi preside el bloque de diputados PJ-Frente para la Victoria. Quedaron pendientes las designaciones de algunas autoridades. Las quejas duhaldistas y radicales.
Por Eduardo Tagliaferro
Primero comenzó a escucharse como un murmullo que bajaba desde los palcos. Luego, cuando se sumaron los diputados que estaban en el recinto, sonó como una marea. “Los muchachos peronistas, todos unidos triunfareeeeeemos...”, dispararon las barras que agitaban las banderas que se identificaban con Alberto Balestrini. El plenario de legisladores acababa de votar al matancero como titular de la Cámara de Diputados. La marchita fue creciendo en intensidad, la vergüenza fue dando paso al entusiasmo y, de a poco, la bancada del oficialismo aumentó el volumen y no faltó quien la acompañó con los dos dedos en V. Como pocas veces, el himno partidario dejó en claro que los peronistas no están unidos. Los duhaldistas eran testigos mudos de una liturgia que hace mucho no se escuchaba en el Congreso. Folklore que suele estar lejos del estilo kirchnerista. Aunque los dedos se les iban haciendo tamboril sobre la banca, los puntanos de Rodríguez Saá tampoco se sumaron al coro. Desde el espacio transversal más de un legislador no ocultó su sonrisa. Fue el cierre de una larga y visceral sesión que marcó el comienzo de la elección de las nuevas autoridades del cuerpo.
Ciento ochenta y dos fueron los votos que obtuvo Balestrini. Tan solo dos diputados votaron en contra de su candidatura y cuarenta y tres se abstuvieron. “Por primera vez las autoridades del cuerpo no van a ser votadas por unanimidad”, había adelantado el duhaldista José María Díaz Bancalari. El hasta hace poco jefe de la bancada oficialista se quejó porque no sometieron a votación la vicepresidencia tercera del cuerpo. “El bloque que represento tiene 37 diputados. Es la tercera fuerza. No hay dudas de que le corresponde la vicepresidencia tercera. Si esto no es discrecionalidad, es arbitrariedad”, explicó El Mono, como lo llaman los suyos, al explicar por qué el duhaldismo se abstuvo. A esa altura estaba claro que propondrían al ex presidente del cuerpo, el quilmeño Eduardo Camaño, para el cuerpo. También es histórica la inquina con que el kirchnerismo mira a Camaño. Desde aquel congreso partidario de Parque Norte en el que Camaño tuvo mano blanda para encauzar los cruces que desde su sector se le disparó a Cristina Fernández de Kirchner.
Horas después de finalizada la ceremonia, un importante legislador del kirchnerismo explicó con reserva de su nombre que “no se eligió la vicepresidencia tercera porque no había consenso entre los tres candidatos que pretendían el cargo”, esto es, el ARI, los macristas de PRO y los duhaldistas del bloque federal.
Los elogios que el liberal Federico Pinedo, el arista Eduardo Macaluse, el CTA Claudio Lozano y hasta Miguel Bonasso derramaron sobre la conducción que Camaño hizo de la Cámara de Diputados, sonó también como un reclamo para el oficialismo y para el futuro titular del cuerpo. Estos bloques reivindicaron el respeto a la pluralidad y al disenso que el quilmeño mostró desde el estrado. Para la vicepresidencia segunda fue votada Patricia Vaca Narvaja. El titular de la bancada oficialista, Agustín Rossi, reivindicó su trayectoria y recordó el sufrimiento que la dictadura le infligió a su familia. Bonasso reivindicó la relación compartida con Vaca Narvaja en el exilio mexicano, saludó su nominación con mucho afecto y fue interminable la serie de saludos y abrazos que se abalanzaron sobre la diputada cordobesa luego de haber sido votada por la mayoría del cuerpo. La vicepresidencia segunda fue para el radical Fortunato Cambarieri y dejó en evidencia la fractura del bloque radical. Los seguidores de Angel Rozas y del flamante titular partidario, Roberto Iglesias, quedaron en minoría dentro de su bancada. Quisieron proponer al chaqueño para vice segundo y perdieron la votación. Por ello formaron un subbloque que dicen que cuenta con 17 respaldos sobre un total de 41 diputados radicales.