EL PAíS › EL GOBIERNO CONSIGUIO SACAR EL DICTAMEN A FAVOR DE LA REDUCCION DEL CONSEJO
Todo listo para un verano caliente
Con los votos propios, el kirchnerismo logró la aprobación del dictamen de las comisiones de Justicia y Asuntos Constitucionales en Diputados para el discutido proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura. La sesión tuvo cruces muy duros. Kirchner volvió a criticar a la oposición.
Por Martín Piqué
La pelea del oficialismo con la oposición subió ayer otro escalón y parece haber entrado en un escenario de no retorno. Los diputados kirchneristas que integran las comisiones de Justicia y Asuntos Constitucionales aprobaron un dictamen favorable a la polémica reforma del Consejo de la Magistratura que impulsa la senadora Cristina Fernández de Kirchner. El Gobierno espera que el proyecto, con media sanción del Senado, sea tratado en Diputados en febrero. Para eso, el Presidente ya firmó un decreto pidiendo la ampliación de las sesiones extraordinarias hasta fin de ese mes. El oficialismo consiguió la aprobación en comisión luego de un inflamado debate de seis horas, que tuvo fuertes contrapuntos entre los legisladores. El propio Kirchner aportó lo suyo en otra aparición en un acto oficial. Dijo que los dirigentes que anteayer encabezaron una audiencia pública para resistir la reforma del Consejo de la Magistratura parecen “la Alianza residual” (ver aparte).
El organismo que elige los jueces, controla su conducta y ordena su juicio político tiene 20 consejeros. El proyecto oficial planea reducirlo a 13 integrantes. Para la oposición, ese recorte ampliaría el poder del oficialismo, que tiene cinco miembros en el Consejo de la Magistratura. Unidos por primera vez desde que asumió Kirchner, todos los partidos que no están en el kirchnerismo, tanto de centroizquierda como de centroderecha, repudiaron la iniciativa y la consideraron inconstitucional. Ayer, en la reunión plenaria de las comisiones de Justicia y Asuntos Constitucionales, esos sectores volvieron a coincidir en general aunque mostraron matices en algunos detalles.
La reunión comenzó en un clima muy tenso por el cruce de declaraciones de la víspera. La oposición, conformada por la UCR, el ARI, el socialismo, PRO y parte del duhaldismo, denunció que el recorte de miembros disminuirá la representación de las minorías y “contribuirá a una mayor concentración de poder”. En la presentación de sus argumentos, sin embargo, surgieron algunas diferencias: mientras la UCR y PRO presentaron sus propios dictámenes en minoría, el ARI prefirió no impulsar un dictamen propio y expresó su disidencia total con el despacho del kirchnerismo.
El duhaldismo también mostró fisuras. Mientras Juan José Alvarez, Cristian Ritondo y Francisco De Narváez se mostraron totalmente en desacuerdo, Carlos Ruckauf dijo que presentaría objeciones puntuales. De todos los diputados que participaron del plenario, el que generó más suspenso fue Rafael Bielsa. El ex canciller decidió no firmar el dictamen del oficialismo. Según un miembro de la bancada kirchnerista, su postura había sido acordada en la reunión de la mesa del bloque, el martes a la noche en el despacho del jefe de la bancada, Agustín Rossi. Abogado constitucionalista, hijo de un experto en la materia, Bielsa adelantó a sus pares que no firmaría el dictamen mayoritario “si el número se los permitía” (ver recuadro).
La postura de Bielsa podría variar en febrero, cuando se vuelva a tratar en Diputados el proyecto de reforma al Consejo de la Magistratura. Como se trata de una ley constitucional, el oficialismo necesitará de una mayoría especial (la mitad más uno de los integrantes del cuerpo, 129 legisladores) para imponer su iniciativa. Anoche, cerca de Rossi, se mostraban confiados en llegar a ese número: “Vamos a lograr la mayoría en Diputados”, anticiparon a Página/12. Quizás los ayuden los cambios de camiseta, que ya empezaron y podrían extenderse en los próximos días. Ayer se sumaron al oficialismo el radical correntino Ricardo Colombi –formó un bloque unipersonal– y la duhaldista Elda Agüero.
El debate previo a la firma de los dictámenes tuvo la agitación de los últimos días. Hubo acusaciones destempladas y cruces personales, que enfrentaron principalmente al ARI y al kirchnerismo. El más duro lo generó el diputado kirchnerista Carlos Kunkel, ex subsecretario general de la Presidencia, cuando interrumpió a Elisa Carrió en pleno discurso. La acusó de haber sido funcionaria judicial en el Chaco cuando “se produjo el asesinato de dos docenas de compañeros”, por la masacre de Margarita Belén. “Vos no agraviés, porque no tenés ni idea –le contestó a los gritos la fundadora del ARI–. Yo tenía 18 años y en mi casa mis padres escondían militantes perseguidos, entre otros a Adam Pedrini. El novio de mi mejor amiga fue asesinado en Margarita Belén. Y yo fui denunciante de esa masacre junto con Horacio Verbitsky.”
Otro contrapunto muy comentado lo protagonizaron las diputadas Diana Conti y María América González. Aunque ambas tienen un pasado común en el Frepaso, ayer se cruzaron sin miramientos. “No fue este Consejo (de la Magistratura) concebido por el Pacto de Olivos el que mejoró la Justicia”, cargó Conti. La respuesta no tardó en llegar. “¿De qué estás hablando? Si vos entraste por Alfonsín...”, le recordó su ex compañera.
Antes de que comenzara el debate de fondo, los legisladores dieron la palabra a las entidades vinculadas a temas jurídicos que se hallaban presentes en la sesión. Todos los organismos –la Federación de Colegios de Abogados, la Asociación de Abogados, Poder Ciudadano, CELS y otras ONG– se expresaron en contra del proyecto del oficialismo. También habló Marcela Rodríguez, del ARI, quien representa a la minoría parlamentaria en el Consejo de la Magistratura. Retomando algunos argumentos de las ONG, Rodríguez concluyó con una fuerte crítica al Gobierno: “En la excusa de desburocratizar el Consejo se esconde la intención de dominarlo”.
La respuesta llegó a través del jefe del bloque kirchnerista. “No me parece mal que el poder político tenga esa representación (5 lugares sobre los 13 propuestos en el proyecto oficial), porque la legitimidad de origen que tenemos es que cada dos años somos votados por la sociedad”, contestó Rossi. La pelea seguirá en febrero. Hasta entonces, todo indica que el verano será muy caliente.