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Carlos Menem insistió ayer desde Washington en su idea de dolarizar la economía y se alineó con los Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo internacional. Con una clara decisión de sacar rédito político con miras al 2003, el ex presidente habló en una cumbre mundial de dirigentes conservadores, donde buscó mostrarse como el único interlocutor argentino ante el poder económico.
“Estamos a tiempo de dolarizar. Pero hay que esperar y ver, si es que ganamos las elecciones, cómo recibimos el país”, indicó el ex mandatario en sus primeras palabras de la jornada.
Minutos antes, en los pasillos del Hotel JW Marriot, el ex mandatario estuvo conversando del tema con el presidente Francisco Flores, quien dio marcha a un proceso dolarizador en El Salvador.
Recién después, ya en medio de la conferencia, mostró su encolumnamiento con los Estados Unidos en materia de seguridad. Dijo:
- “El mundo enfrenta hoy la mayor amenaza internacional aparecida desde la caída del muro de Berlín. Es la amenaza representada por el terrorismo transnacional, convertido en el principal enemigo de la libertad de los pueblos”.
- “Queremos participar en la edificación de un sistema de seguridad global de carácter cooperativo, que garantice la paz y el respeto a los derechos humanos en los cinco continentes”.
Menem pronunció una alocución frente a un auditorio conformado por dirigentes de partidos políticos y que inauguró el vicepresidente norteamericano, Dick Cheney. Al cierre de esta edición se aguardaba una cena en la que comprometió su presencia el presidente George W. Bush.
El viaje del ex mandatario se enmarca en un encuentro de la Unión Democrática Internacional, una organización que reúne a más de 80 líderes conservadores, demócratas cristianos y de partidos de centro y centroderecha.
Menem figura como miembro honorario de la IDU, sigla en inglés de la International Democratic Union. Y se presentará como titular del Partido Justicialista.
La organización también cuenta en sus filas al mandatario español José María Aznar, y dirigentes del neogaullista Reagrupamiento para la República, el partido fundado por el presidente francés Jacques Chirac; del Partido Conservador que convirtió a Margaret Tatcher en primer ministra británica; y del Partido Republicano al que adscribe la familia Bush.
En el Gobierno señalaron que la presencia de Menem es a título personal ya que no representa ni al Estado ni al PJ. En ese sentido recordaron que la cumbre partidaria que se desarrolló en Lanús, durante su reclusión en Don Torcuato, y que lideró Eduardo Duhalde, dispuso el retiro del PJ de la IDU.
La agenda del ex presidente incluye encuentros con los ex presidente norteamericanos George W Bush padre y Bill Clinton. A su regreso intentará avanzar con la alianza de derecha, en la cual ya comenzaron a trabajar varios de sus laderos.
Además del acercamiento con Domingo Cavallo, con quien Menem se encontraría formalmente en las próximas semanas, podría haber otro con el economista Ricardo López Murphy.
En ambos casos, el hombre encargado de producir los acercamientos fue Alberto Kohan. El ex secretario general de la Presidencia visitó a Cavallo en Campo de Mayo, a pesar de sus problemas personales con quien lo involucrara en la causa IBM-Banco Nación. En el caso de López Murphy, Kohan participó de una charla que el economista, de efímero paso por el gobierno de Fernando De la Rúa, brindó en el hotel Inter-Continental hace unas semanas atrás.