Viernes, 13 de enero de 2006 | Hoy
Lo hizo a través del vocero de la Jefatura de Gobierno. Intentan que los líderes de la oposición paguen el costo de la situación de Ibarra. Los legisladores del PRO y el ARI negaron presiones.
Desde el entorno de Aníbal Ibarra hicieron ayer un nuevo intento por conseguir que Mauricio Macri y Elisa Carrió fijen públicamente su posición en relación con el juicio político al que está siendo sometido. Esta vez fue el subsecretario de Comunicación porteño, Daniel Rosso, quien se quejó del “silencio” de los líderes de la oposición en la ciudad de Buenos Aires y los acusó de promover la “destitución clandestina” del jefe de Gobierno. El funcionario reivindicó el abrazo a la Legislatura que el ibarrismo realizará el próximo martes y vinculó la ausencia de varios de los miembros de la Sala Juzgadora al mutismo de ambos dirigentes. Hubo legisladores que hablaron, pero fue para negar la denuncia del defensor de Ibarra, el ex fiscal Julio César Strassera, de que los familiares de las víctimas de Cromañón los “están presionando”.
“¿Cómo puede ser que ante un hecho de gravedad institucional como es la posibilidad de destituir a un jefe de Gobierno, los principales líderes de la oposición estén en silencio?”, se preguntó Rosso y agregó: “Nos resulta patético que Carrió y Macri, usando un principio del siglo XVIII que es la libertad de conciencia, simultáneamente estimulen la presión de los familiares sobre los legisladores. Así justamente lo que se hace es eliminar la libertad de conciencia”.
El de Rosso no es el primer intento que desde el ibarrismo se hace para tratar de que los máximos referentes opositores en el distrito se pronuncien sobre el juicio político a Ibarra. El cálculo que hacen es simple: en función de las encuestas que les dicen que la mayoría de los porteños está en contra de la destitución del jefe de Gobierno, pretenden que Macri y Carrió asuman el costo en caso de Ibarra sea finalmente desplazado de su cargo.
Rosso transparentó ese propósito: afirmó que “no tiene dudas” de que Macri está a favor de la destitución y sostuvo que si el empresario y también Carrió llegaran a apoyar públicamente la destitución de Ibarra, “tendrían que confrontar con un 60 o 70 por ciento de la opinión pública de la ciudad que no está de acuerdo”. En ese contexto, les atribuyó a ambos dirigentes la intención de promover la “destitución clandestina” del jefe de Gobierno.
En línea con los dirigentes de las organizaciones sociales que convocaron a abrazar el próximo martes la Legislatura en apoyo a Ibarra (ver aparte), el funcionario explicó que la manifestación es “para hacer un llamado público a la seriedad institucional y para que se detenga la presión sobre los legisladores” que juzgarán al suspendido jefe de Gobierno porteño. En diálogo con FM La Isla anticipó además que se tomarán “todas las precauciones” para garantizar que durante la concentración “no haya ningún escenario de confrontación y de violencia” entre defensores de Ibarra y familiares de víctimas de Cromañón.
Así como Rosso, también Strassera viene denunciando que los parientes de las víctimas de Cromañón “están presionando” a los miembros de la Sala Juzgadora. La denuncia del defensor de Ibarra provocó la reacción de varios legisladores de la oposición.
“A mí hasta ahora nadie me ha presionado”, replicó Facundo De Filippo y su compañero del bloque del ARI coincidió: “No sufrí presiones de nadie; tal vez puedan surgir después, pero por ahora eso no existe”. El legislador de Recrear Marcelo Meis apuntó que “se están inventando un montón de cosas que nada tienen que ver con la cuestión central que es determinar si Ibarra tiene o no responsabilidad” y advirtió que “Strassera se tendrá que hacer cargo de lo que dice”.
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