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Integrantes de diversos sectores sociales, gremiales, religiosos y políticos se reunieron anoche por segunda vez en la Iglesia Santa Cruz para organizar la marcha a Plaza de Mayo en repudio a la represión de Avellaneda. En el encuentro, más de 400 personas debatieron desde las seis de la tarde hasta las once de la noche la convocatoria y acordaron usar la misma consigna del 24 de marzo, más un pedido de juicio y castigo a los responsables de las muertes de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. La Coordinadora Aníbal Verón encabezará la marcha, con una bandera con las caras de los dos chicos asesinados. También el Bloque Nacional y el Movimiento de Raúl Castells confirmaron que participarán de la jornada, inicialmente convocada por la CTA y la Corriente Clasista y Combativa.
La reunión funcionó con el mecanismo de una asamblea. Esta vez, le tocó al economista Claudio Lozano coordinarla. La gente colmó el salón de la Casa Nazareth, el mismo lugar donde durante la dictadura se reunían las Madres de Plaza de Mayo. Los asambleístas fueron anotándose en una lista de oradores para tomar la palabra por turnos. La preocupación central fue cómo garantizar el más alto nivel de participación política en las movilizaciones.
Entre los asistentes había representantes de todas las organizaciones de derechos humanos, vecinos de asambleas y multisectoriales barriales, diputados como Eduardo Macaluse, María América González y Alicia Castro, dirigentes sindicales, estudiantes secundarios, docentes de la UBA. Víctor De Gennaro charló un rato con la delegación de la Verón, mientras al fondo se acomodaba un grupo de trabajadoras de la textil Brukman.
Si bien algunas organizaciones anticiparon que marcharán con sus propias consignas, se habló de cómo dar a la movilización un contenido “que permita convocar y hablarle al conjunto de la sociedad”, en base a una serie de puntos capaces de generar consenso: el repudio a la represión, el rechazo al acuerdo con el FMI, la exigencia de juicio y castigo a los responsables de las muertes de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
Entre los puntos principales decididos anoche se aprobó:
u Marchar con la consigna del 24 de marzo. Agregar a ella el pedido de juicio y castigo a los responsables materiales, políticos e ideológicos de las muertes de Santillán y Kosteki.
u Dar a la convocatoria carácter nacional, con actividades en el interior del país.
u Que encabece la marcha la Coordinadora Aníbal Verón, seguida de los organismos de derechos humanos, las organizaciones sociales y finalmente los partidos políticos.
u Cerrar la movilización con la lectura de la consigna, los nombres de los dos asesinados, la nómina de las organizaciones convocantes y el Himno Nacional.
u El jueves a las seis de la tarde, en la Casa Nazareth, se realizará una nueva reunión para evaluar la marcha y seguir preparando la actividad del 9 de julio.
Las organizaciones piqueteras que fueron reprimidas harán, a las dos de la tarde y antes de marchar, un acto en la estación Avellaneda. La CTD Aníbal Verón, el Bloque Nacional, el Movimiento de Jubilados y Desocupados de Raúl Castells y Barrios de Pie cruzarán después el puente Pueyrredón para entrar a la Capital por el sur.
Los integrantes de la Verón agradecieron ayer al resto de las organizaciones la marcha del jueves pasado a la Plaza de Mayo. “Queremos que sepan que para nosotros, que ese día estábamos golpeados, fue importante sentir el respaldo que nos dieron”, dijo Pablo Solana, del MTD de Lanús en nombre de su organización. “Creemos que no sirve dividirnos, sino que todos tenemos que marchar en defensa de la libertad de todos.”