El ARI se abre al diálogo pero no a las definiciones sobre acuerdos electorales, aunque no descarta “acompañamientos y adhesiones” a la ya lanzada candidatura presidencial de Elisa Carrió. Ayer por la tarde, la conducción partidaria –de la que ya no participa Lilita– decidió iniciar una ronda de “conversaciones” con “fuerzas sociales, religiosas, partidos y grupos políticos” que “no hayan sucumbido a la cooptación kirchnerista ni a los pactos partidocráticos”. El primer encuentro será hoy en el Congreso, a pedido del Partido Socialista (PS), que viene realizando una ronda de reuniones con sectores progresistas. Allí, los dirigentes del ARI insistirán en arribar a coincidencias “a mediano plazo” alrededor de sus difundidos “contratos moral, republicano y distributivo”. La posibilidad de sellar alianzas electorales y candidaturas quedó postergada para el año entrante, aunque tampoco estará exenta de condicionamientos.

En el ARI, todos se encargaron de aclarar que la apertura de las “conversaciones” es el resultado de poner en práctica las resoluciones de varios plenarios y congresos partidarios realizados a lo largo del año (en Mar del Plata, Mendoza y Córdoba) y no una decisión a espaldas de Carrió.

“Nuestra candidata es Lilita y el ARI ya decidió que irá solo a las elecciones del año que viene”, afirmó a Página/12 la secretaria general del partido, Elsa “Tata” Quiroz, quien encabezará el diálogo que se abrirá con otras agrupaciones políticas, sociales y religiosas.

Pero Quiroz tampoco descartó que la candidatura de Carrió pueda tener “acompañamientos y adhesiones” más allá de las estructuras partidarias, la única puerta a los acuerdos electorales que mantienen abierta por estos días, con la idea de mantener firme su postura sin quedar aislados ni huérfanos de apoyos.

Los aristas no tienen agenda propia para las conversaciones interpartidarias, sino que irán estudiando los “diferentes pedidos” que llegaron oficialmente al partido. Pero el diálogo con otros dirigentes nunca estuvo cortado, aseguran.

Por ejemplo, explican que son frecuentes los encuentros con los socialistas y en especial con el senador y presidente del PS, Rubén Giustiniani. También con los sectores del radicalismo que resisten el alineamiento partidario con el Gobierno o un frente de centroderecha con Roberto Lavagna y Mauricio Macri.

“Quedan excluidos de este intercambio los partidos integrantes del bipartidismo y sólo se realizarán conversaciones con aquellos grupos que estén dispuestos a romper con el sistema responsable de la degradación social e institucional”, reza el comunicado del ARI. Una definición que los dirigentes asocian con las fuerzas políticas “que no hayan sucumbido a la cooptación del Gobierno ni de los pactos partidocráticos”, como señalan a la alianza que tejen lavagnistas y macristas.

“Este será un condicionamiento insalvable para las ‘conversaciones’, como preferimos llamarlas”, insistió Quiroz ante este diario. “Con los socialistas tenemos una historia de coincidencias y afinidades”, argumentó el jefe de la bancada de diputados del ARI, Eduardo Macaluse, aunque admitiendo que la posibilidad de llegar a acuerdos, sobre todo electorales, es de largo aliento. “Será fundamental que (los posibles aliados) ratifiquen una conducta moral y republicana y que estén a favor de la redistribución de ingresos en nuestro país”, remarcó Adrián Pérez, el apoderado del ARI.

La otra puerta entreabierta a los acuerdos electorales está en el interior. Allí, las conducciones del ARI de cada provincia cuentan con cierta independencia para impulsar sus propias coaliciones, como pasa en Santa Fe, donde apoyaría al socialista Hermes Binner, o lo que queda del ARI entrerriano, que respaldaría a Emilio Martínez Garbino. No obstante, Quiroz condicionó esos acuerdos a que no contradigan los lineamientos partidarios.