“Hola, habla Duhalde.” La inconfundible voz del ex presidente llega con una demora apenas perceptible. El delay hace que las palabras de Duhalde se superpongan con las preguntas del cronista: las delicias de una llamada internacional. Son las siete de la tarde. Duhalde cuenta que está en su habitación del quinto piso del Hotel Blue Tree Park, en Brasilia. El Tree Park es un lujoso edificio con forma semicircular y pintado de rojo que está integrado al sector hotelero norte de la capital brasileña. Duhalde acaba de reunirse con el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Se nota que está entusiasmado. Quizá lo contagió Lula, que está evaluando las repercusiones del Programa de Aceleración del Crecimiento que anunció el lunes. “Hoy estuve con Lula. Lo agarré en el día del PAC”, comenta Duhalde apenas iniciada la entrevista. Luego seguirán veinte minutos de una charla en la que el ex hombre fuerte del peronismo opina sobre el Mercosur, la Comunidad Sudamericana, Hillary Clinton y los Bush padre e hijo. Entre tanta política exterior, cuela una frase para la campaña: “Tengo un gran aprecio por Scioli. Ha sido siempre un buen funcionario, de una capacidad de trabajo extraordinaria.”

A pesar de las preguntas de Página/12, Duhalde evita dar definiciones sobre el caso Gerez y el pedido de captura contra María Estela Martínez de Perón. “De política nacional no voy a hablar”, repite. Dice que no asistirá a la reunión del PJ bonaerense convocada por José María Díaz Bancalari. El diputado propuso a sus compañeros redactar una declaración que repudie los intentos por relacionar a Perón con la Triple A. “Yo renuncié hace un par de años. En diciembre fui a la última reunión del año para entregarles el libro”, aclara. Duhalde cuenta que viajará el 2 de febrero a Colombia, donde se reunirá con Alvaro Uribe, y que luego recorrerá algunas ciudades de España para hablar de su libro Comunidad Sudamericana: logros y desafíos de la integración.

–¿Cómo le fue en la reunión con Lula?

–Estaba muy contento con el paquete de medidas, muy esperanzado en que las cosas anden bien. Estuvimos hablando de la integración. Argentina y Brasil han sido los soportes más fuertes de la creación de la Comunidad Sudamericana. Lula sabe que es un tema que no se cuenta por años, sino por lustros o décadas. Pero estamos muy interesados en que esto avance porque ésta es una etapa muy buena para Sudamérica y tenemos gobiernos que están decididos a buscar el desarrollo y a mejorar el ingreso de la gente.

–¿Qué opina de Hillary Clinton y de la posibilidad de que sea candidata?

–En realidad, conozco poco de la política americana. Hillary siempre me ha caído simpática, como me caía simpático Clinton. Inclusive el padre de Bush me caía bien. Estaban rodeados de gente que trataba bien a los demás. No es el caso de Bush. Su administración se pobló de gente prepotente que siempre hacía sentir su poder de potencia imperial. Eso no sucedía con Clinton, entonces uno le tomaba simpatía.

–Tanto en Francia como en Estados Unidos hay mujeres candidatas a la presidencia con muchas posibilidades de ganar.

–También en Brasil se habla de una ministra del PT (N. de la R.: la ministra de la Casa Civil, Dilma Rousseff, una ex guerrillera, dirigente del PT y actual impulsora de la línea “desarrollista”). Es posible que en el futuro haya más mujeres pugnando en la presidencia. Lo mismo en nuestro país, donde parece que ya están pugnando tanto Cristina Kirchner como Elisa Carrió.

–¿Qué opina de la candidatura de Scioli?

–Tengo un gran aprecio por él. Ha sido siempre un buen funcionario, de una capacidad de trabajo extraordinaria.

–¿Y de Lavagna?

–Yo no me quiero meter en aguas profundas.

–Hablando de aguas profundas, ¿sigue saliendo a pescar?

–La semana pasada estuve en Pinamar tratando de pescar tiburones. Pero no se podía entrar porque el mar estaba feo y revuelto.