EL PAíS
Para el Banco Mundial, la culpa de la recesión es de Menem y Roque
Myrna Alexander, representante del BM en Argentina, se despidió pasando la factura de la crisis.
Primero fue Anne Krueger, la número dos del FMI y con línea directa con el Tesoro de Estados Unidos, que castigó con dureza el corazón de la propuesta económica de Carlos Menem, la dolarización. Ahora, la representante del Banco Mundial, Myrna Alexander, afirmó ayer que el principal motivo para la caída de la convertibilidad y de cuatro años de recesión fue el incremento del déficit fiscal en 1997, cuando Menem transcurría su segundo período en la Casa Rosada.
Pero Alexander no sólo criticó al ex presidente, sino que avanzó sobre uno de sus actuales economistas de cabecera, al indicar que “hay que preguntarle a Roque Fernández y al Fondo Monetario por qué financió el aumento del gasto público en el país. Ahora sabemos que hubo falta de control político de los gastos del Estado”.
“El mejor momento para salir de la convertibilidad era 1997, después de un año de crecimiento y luego de superar muy bien la crisis del efecto Tequila, pero lamentablemente en ese momento nadie habló de ello”, reseñó Alexander. Al margen de las críticas al aumento del déficit en la década del ‘90, la funcionaria del BM advirtió que el control fiscal es indispensable para cualquier régimen monetario ya que “aumento del gasto con libre flotación de la moneda deviene invariablemente en incremento de la inflación y de la pobreza”. Alexander dialogó ayer con la prensa, a pocos días de dejar el país luego de casi seis años de representar al Banco Mundial en la Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.
A partir del 1º de agosto será reemplazada por el holandés Axel von Trotsenberg, el especialista del Banco Mundial que lideró el proceso de condonación de deuda a Bolivia como parte del proceso del jubileo del Milenio, pero que además es un experto en escenarios de fuerte crisis social como el de Africa. Pese a esos antecedentes, Alexander se encargó de desinflar cualquier expectativa: “Von Trotsenberg no viene a analizar una condonación de la deuda para Argentina, sino que llega por su gran experiencia en la resolución de casos complejos”, reveló.
Además, precisó que el Banco Mundial no incrementará su exposición en la Argentina pero analiza refinanciar los créditos otorgados al país, que este año ascienden a casi 2600 millones de dólares. “El Banco Mundial ya le prestó mucha plata a la Argentina en 1998, pensando que la crisis asiática terminaría de otra manera, y por eso en el 2000 y 2001 la asistencia llegó de parte del FMI. Hoy no hay mucho espacio para incrementar nuestra exposición, pero estudiamos refinanciar los vencimientos”, señaló Alexander.
La Argentina enfrenta vencimientos con el Banco Mundial por 2125 millones de dólares este año, a los que se suman pagos por intereses por 500 millones, la mitad de lo cual ya se canceló, y una cifra similar, unos 2600 millones de dólares para el 2003.