Angel Maza desistió de realizar la consulta popular con la que buscaba refrendar su proyecto reeleccionista. El mandatario presentó la medida como un gesto para distender la intrincada puja riojana, aunque la oposición lo interpretó como un signo de debilidad luego del revés sufrido en la Legislatura, donde se aprobó una enmienda constitucional que taxativamente niega al gobernador la posibilidad de un nuevo mandato.

Maza había convocado a una consulta popular para el 18 de marzo. Buscaba realizar de este modo una demostración de fuerza que sustentara sus planes de continuidad. Pero la Legislatura unicameral, que responde a su vicegobernador y enemigo interno, Luis Beder Herrera, se le anticipó el jueves de la última semana negándole un cuarto período consecutivo.

Según la ley provincial, aquella enmienda votada por la mayoría de los diputados debe ser refrendada por una consulta popular a realizarse en simultáneo con una elección nacional. Es decir, en octubre. En ese contexto, la convocatoria de Maza para el 18 de marzo no hacía otra cosa que disparar un debate leguleyo.

Acompañado por quince intendentes, el gobernador explicó en conferencia de prensa que la decisión se tomó para “abrir un compás de espera”, durante el cual pretende que la Legislatura explique “cómo se aplicará e instrumentará la enmienda constitucional”, cuyo texto aún no fue enviado por la Cámara al Ejecutivo para su promulgación.

Sin embargo, en la provincia relacionan la suspensión de la consulta popular con una frase pronunciada por Maza el lunes, durante el acto central por los 292 años de Chilecito. “De aquí saldrá el futuro gobernador”, señaló en referencia a los que lo acompañaban en el palco. Según el diario El Independiente, de La Rioja, “muchos interpretaron que sus palabras estaban dirigidas al intendente chileciteño Fernando Rejal”.

Siguiendo con esa hipótesis, detractores del mandatario especularon con la posibilidad de que Maza –que ya va por su 12º año en el poder– se postule de candidato a vicegobernador en una fórmula con Rejal. De hecho, la enmienda constitucional recientemente votada le impide a Maza un nuevo mandato como gobernador, pero no como vice. “El plan de Maza es asumir como vice y después hacer renunciar al gobernador para volver a ocupar ese lugar”, se ensañan desde la vereda opuesta al mandatario menemista devenido kirchnerista.

De ser así, revelaría el interés de Maza por buscar una alternativa distinta a la que se maneja hasta ahora en la Casa Rosada, donde vienen moldeando la candidatura a gobernador del embajador argentino en México, Jorge Yoma.

Maza y Yoma sellaron recientemente una alianza bajo el paraguas del kirchnerista Frente para la Victoria. Pero las ansias de ambos por ocupar el sillón principal de la provincia después de octubre los ha devuelto al lugar de contrincantes, al menos desde lo discursivo. ¿Algún ejemplo? El embajador consideró que Maza “debería aflojarle al bótox, porque está produciendo cambios desfavorables, no sólo en su fisonomía, sino también en su estabilidad emocional”. Aludió, claro, al proyecto reeleccionista del gobernador.

La respuesta, según consignan los diario riojanos, llegó a través del secretario de Gobierno, Oscar Chamía, quien le achacó a Yoma su “permanente menosprecio y maltrato a los dirigentes de su partido y del pueblo de la Rioja”, además de “una actitud personalista que lo asemeja al personaje televisivo de Guido Suller”.

Entre tantos tironeos, los tres hombres de matriz menemista que van detrás del mismo objetivo apuestan todo a sus relaciones con el gobierno nacional: Maza intentó ayer comunicarse con Néstor Kirchner; delfines de Beder Herrera se contactaron con Juan Carlos Mazzón, el operador full time de la Unidad Presidente de la Casa Rosada; y Yoma descansa en la comunicación con la senadora Cristina Fernández de Kirchner, a quien le está preparando una gira por México para el mes próximo.